El Plan Básico Autonómico para los concellos sin PXOM afecta a Dozón

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

DOZÓN

miguel souto

Es el único municipio de la provincia que se someterá a la nueva normativa

04 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los concellos que no tienen aprobado definitivamente el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) deben enfrentarse a la nueva normativa activada por la Xunta. Se trata del Plan Básico Autonómico que persigue mejorar la estética urbanística en Galicia. En el caso de los municipios que carecen de PXOM o capacidad para su desarrollo, desde el propio Ejecutivo gallego se encargará la redacción de los planes básicos municipales. Están dirigidos a concellos de menos de 5.000 habitantes sin planeamiento general. En la provincia de Pontevedra el único en esa situación está en Deza. Se trata de Dozón, con normas subsidiarias de planeamiento fechadas en 1991.

La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio acaba de licitar el contrato para la redacción de los documentos de planes básicos municipales en 37 concellos gallegos, entre ellos Dozón. La cuantía global a destinar a este fin se sitúa en los 2,48 millones de euros. En el caso del municipio dezano la previsión se sitúa en los 59.442 euros, desglosados con 48.148 para el pago del personal, 7.727 para gastos generales y 3.566 euros correspondientes al beneficio industrial. El día 1 de octubre es la fecha límite para la presentación de ofertas por las empresas interesadas en elaborar esos planes básicos municipales.

El resto de concellos de la zona con el PXOM en trámite también deberán adaptarse a esa nueva normativa de la Xunta. Mientras, aquellos que lo tienen en vigor solo deberán someterse a las novedades cuando tengan que revisarlo. El denominado como Plan Básico Autonómico busca acabar con los bloques de hormigón y ladrillo visto, afectando no solo a construcciones que quedaron inacabadas sino también a otros elementos que hasta el momento no se tenían en cuenta. Por ejemplo las medianeras visibles, que tendrán que tratarse como fachadas y deberán acabarse de arriba a abajo, con lo que no valdrá dejarlas en obra para posibles locales comerciales.

Las autorizaciones de obra mayor en viviendas unifamiliares incidirán en lograr un acabado mucho más adecuado al entorno. Pero no solo la propia vivienda sino también los cierres, en ese objetivo de erradicar la presencia del hormigón y que las casas se terminen antes por fuera que en su interior. Otras infraestructuras de servicios también se verán afectadas por esta nueva normativa, como las futuras redes de electricidad y telecomunicaciones, que deberán ir enterradas en los núcleos rurales, lo que presentará la presencia de postes y cruces de tendidos. Mientras, las cajas de distribución deberán colocarse en lugares discretos.