Una pedida sobre el escenario en A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

El músico Gabriel Estrada aprovechó su concierto en el teatro Principal para pedirle matrimonio a su pareja

23 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Gabriel Blanco -también conocido como Gabriel Estrada- presentó su último concierto en A Estrada advirtió que iba a ser un espectáculo especial, con alguna sorpresa y lleno de sentimiento. Más pistas no podía haber dado, pero todo el mundo se imaginó que sería un evento singular artísticamente hablando. O simplemente una estrategia de márketing para animar a los estradenses a llenar el Principal.

Nada más lejos de la realidad. El público que la tarde del domingo acudió al teatro tuvo toda la emoción esperada y un poquito más. Gabriel convenció musicalmente con la presentación del último disco de Plan Siberia, Volboretei, del que han salido los dos temas que la TVG ha elegido como canción del verano en el 2017 y este año. Pero además emocionó al público compartiendo con él uno de los momentos más importantes de su vida.

Sonaba el tema Areal, dedicado al idílico espacio fluvial de Berres. De repente, la banda empezó a tocar más suave, Gabriel Blanco agradeció el calor del público y le pidió a su pareja, la compostelana Raquel Balado, que subiese al escenario para inmortalizar con una foto aquella velada especial. A la joven no le quedó otro remedio que superar el miedo escénico. Si creía que iba a hacerse una foto rápida y volver a camuflarse entre el público no podía estar más equivocada. Gabriel le declaró amor a los cuatro vientos, anunció que serán padres en mayo y, acto seguido, hincó rodilla en el suelo y sacó el anillo de compromiso. Como en las películas románticas pero en versión concierto.

Raquel no sabía dónde meterse. Hasta se volvió de espaldas por un momento antes de armarse de valor para dar el sí quiero delante del teatro entero. El público se contagió de la felicidad del momento. Hubo algún grito de «Vivan os noivos!» y hasta afloró alguna lágrima.

«Eu xa advertira que ía ser un concerto emotivo. Hai quince anos eu debutara no Principal como actor coa obra semiprofesional Alerta cibernética. Aquilo foi a punta do iceberg do que foi despois a miña carreira. Despois fun estudar teatro a Madrid e empecei con Plan Siberia. Para min, volver ao teatro, agora como músico, tiña un significado especial. Pensei que igual era o momento de deixar aflorar as sensacións e, xa que imos ser papás, de formalizar a nosa relación», explica Gabriel. «Raquel é moi vergonzosa. Ao chegar á casa pediume que non lle volva facer iso», confiesa Gabriel.

El músico no mintió. El concierto del domingo es de los que no se olvidan fácilmente.