Más de medio centenar de bestas quedaron sin crines en la primera rapa

Javier Benito
javier benito A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Miguel Souto

Veinte «aloitadores» requirieron atención en un curro lleno y asfixiante

06 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Bajo un sol castigador, con temperaturas que alguna racha de viento despistada apenas mitigaban, sobre la arena del curro ni el cansancio ni el sudor chorreando por la espalda desanimó a los aloitadores para rendir tributo a la tradición, para mostrar y demostrar una vez su amor por las bestas que cuidan todo el año en los montes. Sabucedo colapsado de fiesta, de pasión por los caballos, en una rapa que pasará a los anales de la microhistoria de esta pequeña aldea estradense. La primera con marchamo de Ben de Interese Cultural (BIC). Una medalla más que colgar a quienes, desde hace siglos, preservan el bienestar de sus manadas, que campan a sus anchas menos esos pocos días donde toca reunirlas para desparasitarlas y ponerlas guapas cortando sus crines.

Con el curro hasta arriba de público, lo que se repetirá hoy al mediodía, la actuación de Tequexetéldere animaba un ambiente bien caldeado. Desde las seis de la tarde ya se habían abierto las puertas de acceso a las gradas del curro, aunque había público ya bastante tiempo antes haciendo cola, vacunados contra el calor. Gorras y sombreros, agua y protector solar, se convertían en aliados imprescindibles mientras los primeros caballos accedían a la arena. Tocaba después separar a los potros, labores encomendadas a los más pequeños de Sabucedo, los futuros aloitadores.

Para entrar en faena nada mejor que la primera besta fue uno de esos garañones, Quixote, de espectacular estampa y que no siempre se dejan llevar al cierre. Después se fueron inmovilizando y saneando ejemplar tras ejemplar, entre los aplausos del público y la música de Airiños de Caldelas, durante casi dos horas. Más de medio centenar de equinos fueron rapados. Entre otros por varias mujeres en un curro que pese a resultar «tranquilo» requirió atender por golpes a veinte aloitadores, cuatro niños y un fotógrafo. Y hubo cuatro mareos por culpa del calor.

Entre las autoridades presentes ayer en Sabucedo estaban los conselleiros de Cultura, José López, y Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, así como el director xeral de Lingua, Valentín García, además del regidor estradense, Gonzalo Louzao, y otros miembros de la corporación. López ensalzó la protección que supone para la rapa la distinción como BIC inmaterial. Una celebración marcada por el ritual, con una creciente admiración de los foráneos, desde la misa alborada a la bajada de las manadas desde el monte o el curro.

Despedida de soltero

Entre las notas curiosas del día sin duda la despedida de soltero que vivía en Sabucedo el alcalde de Horma del Ebro, localidad del municipio cántabro de Horna de Ebro es una localidad del municipio cántabro de Campoo de Enmedio, junto a sus amigos.

Placa acreditativa para la fiesta como BIC inmaterial

Antes del primer curro se hizo entrega al presidente de la Asociación Rapa das Bestas, Paulo Vicente, de una placa acreditativa tras la reciente oficialización de la declaración de Ben de Interese Cultural (BIC) para esta fiesta de interés turístico internacional. Un reconocimiento que inmortaliza el pasado, ensalza el presente y puede ayudar a preservar el futuro de esta manifestación ancestral. El conselleiro de Cultura, José López, se encargó de dar esa placa al colectivo de Sabucedo.