«Si queremos conservar y restaurar todos los pazos, ya anuncio que el propósito es inalcanzable», avisaba López-Chaves, pero Amigos de los Pazos consideraba tras su primera década de existencia que había logrado acabar con el abandono cultural que durante cincuenta años sufrió la arquitectura civil tradicional de Galicia. Ausencia de trabajos de divulgación e investigación o acciones de defensa y de revalorización que la asociación ha venido paliando con éxito, trabajo que le ha llevado a integrar Europa Nostra, reconocida entidad europea de defensa del patrimonio que saca los colores a las administraciones por dejar desaparecer joyas arquitectónicas, naturales y monumentos o no evitar atentados que ponen en peligro su integridad.
Amigos de los Pazos vigila desde hace 50 años, y sus integrantes tienen intención de seguir, por lo menos, medio siglo más.