La otra forma de hacer la ESO

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Miguel Souto

Alumnos del programa Montessori para adolescentes se forman en A Estrada

14 oct 2020 . Actualizado a las 10:34 h.

Hay otra forma de hacer la ESO que no implica estar sentados cinco horas diarias en el pupitre ni ceñirse al trabajo intelectual. Un modelo educativo basado en la máxima de que «aprender es más que estudiar» y en el convencimiento de que el aprendizaje de los jóvenes ha de pasar por una combinación del trabajo intelectual con el manual. Eso es lo que hacen los adolescentes de las escuelas Montessori y lo que están poniendo en práctica algunos de ellos estos días en una explotación agrícola de A Estrada.

El colegio Montessori Compostela acaba de inaugurar este curso su Programa de Adolescentes MPA (Montessori Adolescent Program), dirigido a jóvenes de entre 12 y 16 años. Es pionero en Galicia y de los pocos que hay todavía en España. El programa es el equivalente a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) convencional y termina con la obtención del mismo título. Sin embargo, poco tienen que ver las lecciones que se imparten en uno y otro sistema.

«O que buscamos é que os adolescentes comprendan como funciona a sociedade e se preparen para formar parte dela e para desenvolver unha independencia social e económica», explica la directora del colegio Montessori Compostela, Ana Barreiro. Además de directora, Barreiro es la guía del grupo de adolescentes que se forman en el centro. «Traballamos a independencia social e económica e a relación dos mozos con outros adultos, non só cos profesores. O obxectivo é que os mozos descubran como aportar algo e sentirse útiles na sociedade», comenta la directora.

El método combina las enseñanzas en el centro con estancias formativas para conocer proyectos de interés y para formarse en determinados ámbitos prácticos.

En el contexto de esta formación práctica, las alumnas del programa para adolescentes del centro compostelano se están empapando de naturaleza estos días en la explotación agrícola Finca da Condesa, en Ribeira. Se trata de una explotación que combina el cultivo de arándanos con otras producciones hortofrutícolas.

Los programas Montessori siempre trabajan con grupos muy reducidos. Este año, las cuatro alumnas que han inaugurado el programa para adolescentes han llegado a Ribeira el lunes 5 y, después de pasar el puente en casa, han regresado este martes para continuar con los quehaceres diarios de la explotación.

Hasta el momento, las jóvenes han limpiado las hierbas de la explotación de arándanos y han participado en la recogida de judías, tomates, coles negras y cacahuetes. También han cosechado frutas de temporada, como feixoas o granadas, y han seguido en directo la elaboración de la crema de cacahuete.

Las jóvenes han realizado además labores de carpintería y de jardinería y construcción, dando forma a una acera de piedra al borde de un estanque en una zona ajardinada.

Los trabajos se han compaginado con visitas como la realizada ayer a una construcción bioclimática de la zona y con enseñanzas de música, poesía y convivencia. Además, las propias jóvenes se organizan y cocinan para si mismas en una estancia que fomenta la autonomía, las responsabilidad y la independencia.

Pese a llevar apenas un mes de clase, las jóvenes ya han participado en otra estancia formativa en A Estrada, en la casa Terra de Rebolos (Terreboredo), sede del proyecto Maruxío Terra e Sal. Ellas mismas se ocuparon del transporte, del alquiler de la casa, de hacer la compra y la comida y de la organización de las actividades del día. Aprendieron a gestionar los tiempos y el dinero, ya que ellas mismas tomaron todas las decisiones de forma grupal. Una preparación impagable para la vida adulta ensayada desde la preadolescencia.