De ramas de saúco a pajitas ecológicas y reutilizables

Javier Benito
javier benito A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

miguel souto

La tornera estradense Isabel Neira diseñó piezas alternativas al plástico para beber, al aprovechar las podas

15 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Del saúco se aprovecha casi todo, desde sus flores y bayas a sus hojas, para mejorar nuestra salud o en cocina. En sus ramas acaba de encontrar una nueva utilidad la tornera estradense Isabel Neira. En su taller de Berres, Atalanta Madera, comenzó a fabricar pajitas en las que aprovecha el material de las podas de este arbusto. «Xa fai tempo que andabamos dándolle voltas á posibilidade de facer pallas autóctonas porque as únicas reutilizables e naturais que atopamos no mercado son de bambú, pero a súa pegada ecolóxica é moi elevada», explica esta artesana. Durante el confinamiento retomó la idea y, tras distintas pruebas, «optamos polo sabugueiro».

En la elaboración de estas pajitas emplea ramas provenientes de podas de ejemplares propios. «O meu avó materno era un namorado do sabugueiro», explica Isabel, desvelando que están negociando con un productor ecológico de Ourense para conseguir más material. ¿Pero qué ventajas ofrecen? En primer lugar son reutilizables, además de ecológicas, sostenibles y 100 % gallegas. De agradecer en tiempos de guerra contra el exceso de plástico, con respeto al medio ambiente.

La laboriosidad en la producción supone hacer tiradas pequeñas. Las primeras ya salieron al mercado, en paquetes de seis unidades dentro de una bolsa de algodón orgánico para facilitar transporte e higiene. Y en diez día estará lista otra remesa. Emplea ramas de un grosor adecuado, con una longitud de entre 14 y 15 centímetros, «xa que é moi difícil conseguir que a distancia entre nudos sexa maior». Cada una por tanto es diferente. Tras cortarlas, toca vaciar su interior y eliminar la corteza; después se procede al lijado y curado de la madera, para esterilizar cada pieza como paso final. Un trabajo hecho a mano, totalmente artesanal y con materia prima gallega en una apuesta por la sostenibilidad que mantiene desde siempre Isabel Neira.

«Dada a preocupación do consumidor pola ecoloxía e a diminución dos plásticos na vida cotiá é un artigo que está a funcionar ben», comenta esta tornera estradense. Desde Atalanta buscan siempre emplear materias primas de proximidad y recuperar antiguos usos de la madera, con una disminución de los residuos en la producción. Por ejemplo, parte de la viruta generada al tornear las piezas se emplea después en su embalado.

Del taller de Isabel Neira, séptima generación dedicada a transformar la madera en arte, sale un cascanueces que se exhibe en la tienda de la Tate Modern de Londres o platos de colores empleados en restauración y vajillas infantiles con dibujos de animales en vías de extinción. Sus piezas ya tuvieron protagonismo en numerosas ferias internacionales.