El Consello de Contas detectó en 2017 defectos los números de seis concellos

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

El informe de la institución refleja como graves los de Agolada, mientras son leves los problemas de A Estrada, Silleda, Forcarei, Rodeiro y Cerdedo-Cotobade

03 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

l último informe del Consello de Contas de Galicia en torno a las entidades locales aborda la rendición de las cuentas municipales correspondientes al 2017. Y en este caso destaca el hecho de que la inmensa mayoría de los concellos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes incurrieron en defectos a la hora de remitir ese documento a la institución, que todavía aguarda por el de Lalín. La corporación lalinense todavía aprobada el pasado 21 de enero, en una sesión extraordinaria y urgente ya que requerían refrendar esas cifras para poder optar a subvenciones. Pero aún no están computadas por el Consello de Contas, según recogía ayer su portal web. Sí que se había remitido a la entidad las cuentas de ese año del Patronato Cultural de Lalín, dependiente del Concello, que tenía un remanente de tesorería al cierre del 2017 de 380.994 euros, mientras sus derechos a percibir reconocidos alcanzaban los 1,29 millones de euros y las obligaciones de pago se fijaban en 1,17.

La institución autonómica tan solo daba el visto buena sin ninguna queja a las cuentas del 2017 remitidas por los concellos de Vila de Cruces y de Dozón, en este último caso el más pequeño en cuanto a población y presupuestos de las comarcas. En su caso cerró ese ejercicio con 135.904 euros de remanente de tesorería, mientras los derechos reconocidos alcanzaron los 3,05 millones de euros y las obligaciones, los 3,02. En cuanto a Vila de Cruces, su remanente en caja se situó en 1.207.732 euros, mientras tenía derechos a percibir por 13,14 millones y obligaciones de pago por 10,7.

Respecto a las cifras económicas que presentaban defectos, el Consello de Contas califica en su informe como graves las entregadas por el Concello de Agolada. En ese ejercicio contó con un remanente de tesorería de 817.243 euros, mientras que los derechos reconocidos a percibir ascendían a 9,07 millones de euros y las obligaciones quedaban en 8,06. El resto de entidades locales solo tenían defectos leves en sus cuentas. En el caso de A Estrada, el 2017 lo cerró con un remanente de tesorería de 1.851.127 euros, con 45,1 millones en derechos reconocidos mientras que sus obligaciones están por encima -el único caso entre los concellos de la zona junto a Silleda- al situarse en 45,2 millones. Silleda consiguió en ese ejercicio un remanente de tesorería de 466.430 euros mientras que sus obligaciones reconocidas se situaron en 22,44 y las obligaciones en 22,56 millones de euros.

En el caso de Forcarei, también con defectos leves en sus cuentas del 2017, el remanente de tesorería alcanzó los 1.236.424 euros, situándose sus derechos a percibir en 9,9 millones y sus obligaciones de pago se situaban en 9,5 millones de euros.

Por su parte, Cerdedo-Cotobade cerró ese año con 1.546.802 euros de remanente en caja, mientras que tenían derechos a cobrar por 16 millones de euros y pagos a realizar por 15,6. Por último, el Concello de Rodeiro cerró ese año con 1.506.352 euros de remanente de tesorería, con derechos por 7,87 millones y 7,05 en obligaciones.

Los datos económicos de Vila de Cruces y Dozón no presentaban ningún problema

La institución tiene todavía pendiente de recibir la documentación

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