Reportaje | Ordenanzas de abastecimiento en las comarcas El sistema de facturación del servicio permite el gasto de hasta 500 litros por hogar al día sin ser penalizado al tener mínimos de consumos altos. La excepción, Cruces, que cobra por gasto real
18 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?n los municipios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes el derroche de agua no tiene consecuencias para el bolsillo del consumidor. La mayor parte de las ordenanzas que rigen el servicio de abastecimiento invitan al malgasto del elemento. Esto se debe al sistema de tarificación que incluye unos mínimos muy elevados, que incluso llegan a cobrar el precio de 15 metros cúbicos al mes a pesar de que por el grifo durante ese período no salga una gota. El sistema de tarifas que está en marcha en varias localidades de la zona choca con las campañas de concienciación de las administraciones central y autonómica invitando a un consumo responsable. Así, en Silleda, Rodeiro y A Estrada, sin entrar en los distintos precios y según las últimas ordenanzas que salieron publicadas, cada hogar tendrá que abonar como mínimo 15.000 metros cúbicos al mes. Esto significa que puede consumir 500 litros cada día sin ser penalizado, aunque en el viva únicamente un vecino. El usuario pagará lo mismo por este gasto que por los 60 litros diarios por persona que propone la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, como límite para gravar la factura en casos de exceder esta cantidad. Por ejemplo, si en cada casa de Silleda, Rodeiro o A Estrada que tienen servicio municipal de abastecimiento viviesen cuatro personas, aún podrían consumir 260 litros más de agua que el recomendado por Cristina Narbona sin ser penalizados. Es decir, en estos tres municipios el ahorro de agua, un bien cada vez más escaso, no repercutirá en el bolsillo de los abonados. En Lalín, el consumo mínimo fijado en la ordenanza reguladora es de 10 metros cúbicos al mes, esto es, cada hogar podrá gastar sin ser penalizado 333 litros de agua al día. En el caso de que en la vivienda residiesen cuatro personas, el consumo sin ser gravado sí estaría un poco más ajustado a las cifras propuestas por la ministra, aunque aún le sobrarían unos cien litros. Con estas fórmulas no se incentiva el ahorro. En Silleda, cuando hubo las acciones de protesta para reducir el precio del servicio, se había hablado de variar los tramos de tarificación para bajar el consumo mínimo, sin embargo no llegó a producirse. Una de las excepciones a esta invitación a despilfarrar es Vila de Cruces, que establece un mínimo anual fijo por contar con el servicio y, a partir de ahí, para los hogares que cuentan con servicio de depuración se abona por metro cúbico consumido. En Cruces, cerrar el grifo y ahorrar sí tiene premio.