EL PASADO | Una estatua que viajó de Lourizán a Pontevedra por petición municipal

La Voz

DEZA

08 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La estatua de Colón en los jardines de Vicenti viajó en 1959 desde el Pazo de Lourizán a Pontevedra a petición del Ayuntamiento. El monumento había sido realizado en 1892 por Juan Sanmartín y Senra para el Pazo de Lourizán, entonces propiedad de Montero Ríos, ex presidente del Consejo y negociador de la paz con EE.???UU. tras la guerra de Cuba. Sanmartín había realizado tres esculturas de Colón, según cuenta María de las Mercedes Gallego Esperanza en su libro La Escultura Pública en Pontevedra. Una de ellas se colocó en el Senado, otra en el Arsenal de Cartagena y otra en el Ministerio de Ultramar. Una copia de esta última se instaló en Lourizán. Las obras de Sanmartín tenían formas más suaves que otras estatuas de la época al estar concebidas para interior. Sin embargo, la encargada por Montero Ríos terminó finalmente en los jardines de Vicenti a petición del Ayuntamiento de Pontevedra. Desde 1914 La corporación local, que años más tarde descuidaría totalmente el ornato del monumento, pretendía erigir un monumento al almirante desde 1914, fecha en la que se creó una comisión con el concurso de varias personalidades de la época. Los años fueron pasando sin que el empeño cuajase hasta que, en 1949, el pleno del Ayuntamiento pidió a la Diputación -ya propietaria de la finca de Montero Ríos en Lourizán- el traslado de la estatua, que finalmente se produjo en 1959. Ante ella se han venido celebrando en las últimas décadas las ofrendas florales a Colón. Autoridades provinciales y locales, y cónsules acreditados en Vigo de países iberoamericanos formaban, entre banderas e himnos, un cortejo solemne al que solía preceder la Banda de Música de Pontevedra para proceder al homenaje. En el acto hacían uso de la palabra un representante de la Diputación y un representante iberoamericano. Algunos de los discursos se hicieron famosos, singularmente el de un cónsul que ensalzó la gesta de Colón subrayando que había logrado cruzar el Atlántico en «tres cascarones».