Viene Julio; y punto

DEZA

EL CRISOL

06 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

JULIO IGLESIAS ES un artista, en el más amplio sentido de la palabra y con el significado que aquí le damos. Un artista del mundo. Se llevó más de 300 millones del 92, cuando el Xacobeo necesitaba un embajador en el mundo: el bueno de Julio tiró de repertorio, se envolvió en la bandera de «Un canto a Galicia», y difundió la «terra do seu pai» por cuantos países han hecho de su voz la banda sonora del confort. Años más tarde, fue la Generalitat valenciana la que le hizo portador de sus valores en lo universal; y Julio, talón incluido, se dejó querer. Porque Julio Iglesias sabe que del arte, no se vive. Y, qué caray, la familia aumenta y mantener un jet cuesta lo suyo. Este año, Julio está «Entre su gente». Y la gente de Julio, no es cualquier gente: el mínimo de su gente es de 25 euros. Pero va a estar aquí en Lalín, en directo, el ídolo del mundo. Con subvención de la Diputación de 108.000 euros. Ayer publicaba este periódico que el concierto se enmarca dentro de los actos del 75 aniversario de Loriga. Este Juliño: sempre ten un as para matar o tres . Porque seguro que hace del concierto un homenaje al aviador de Prado, y le dedica aquello de «Vuela amigo, vuela alto», razón por la que el de Miami es el colofón perfecto al recordatorio de un héroe del aire como Loriga. El concierto de Julio es además ambivalente: lo mismo sirve como traca final del 75 aniversario del aterrizaje en O Toxo, que de preámbulo de las fiestas patronales de As Dores. Yo no sé lo que pensaría Loriga de todo esto: a lo mejor es una explicación muy convincente para los que anden por los aires. Los de a pie, los de infantería, lo tenemos claro: viene Julio; y punto. Y encima, a mí, me gusta mucho: la vida sigue igual.