¿Y a ti cómo te llaman?

MARIEL FIORI LALÍN

DEZA

LEANDRO

Motes, apodos, alias y sobrenombres eclipsan el verdadero nombre de muchos vecinos de la comarca Si la mayoría de las personas tienen dos apellidos, algunas también tienen dos nombres. Uno figura en su carné de identidad, el otro no. En la comarca, antes que el nombre de pila está el mote, apodo, alias o sobrenombre. Partiendo desde los más clásicos, relacionados con la actividad, el oficio o con la casa, hasta los más modernos y humorísticos, son contados los casos de afortunados que pueden decir sin miedo a equivocarse: «a mí me llaman como aparece en el DNI».

12 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

En la comarca dezana muchos son hoy los que no saben el verdadero nombre de sus propios vecinos. A los ya tradicionales O muñeiro -como Jesús Meijomin, antiguo muñeiro, hoy porqueiro de Silleda- y O Caldeireiro -como los García Piñeyro de Agolada- impuestos por el oficio alguna vez realizado, se suman otros, quizás más adaptados, a los tiempos que corren. Por ejemplo, Media aleta, uno de los motes más originales. Su explicación es sencilla: Alberto García Núñez, transportista de gasolina, anduvo bastante tiempo con su guardabarros roto. Otro ejemplo, Boludo recayó sobre el argentino Fabián, ya que ésa es la forma más común de dirigirse a un amigo en el país austral. Otro más: Sivilio es un conocido jugador de baloncesto, pero también el nombre de José Luis Iglesias Cangas, un joven dezano que va bien con ese deporte. En el momento de consultar a los dezanos por sus propios motes y los ajenos, al principio la reacción típica es la de recelo, sin embargo, poco a poco la lengua se va soltando de tal forma que ni bolígrafo ni papel son suficientes para registrar tanto dato. En los comercios se dan los casos más curiosos y también los más esperados. El gasolinero de Bandeiras, José Salgueiro tiene un alias que vaya a saber uno por qué: Cunetas. Otro, el señor Ramos, recibió el más generalizado de la comarca: Gasolinas. O Drogas es la buena señora Luisa que atiende una de las droguerías de Silleda. Los que se la ven en figurillas son los López de Bandeira, pulpeiros a los que la mayoría llama Conas y ellos como si nada. Del otro lado: los casi cariñosos O Chapi, para el chapista José Ramón Salgueiro de Silleda y Polilla para el carpintero David de Vilariño. Los dueños de bares y pubs tampoco son ajenos al fenómeno. Todos en Silleda conocen a Richi, por Ricardo Costoyas, que regentea el Bar Cristal más difundido como «el bar de Richi». Lo mismo que los Toxa, apodo alusivo al nombre del bar de José Pena y sus hijos que bautizaron de esa manera al establecimiento por ser el lugar donde nació su madre. Elvira del Triana es Virucha y Juan Dilema, de Lamela y dueño de varios pubs ubicados en la zona de Silleda es conocido por algunos clientes como Can de Muras. Guau. Fácil resulta llamar a familias enteras de la misma manera que se distingue el lugar donde viven. Claro que a veces el sobrenombre impuesto tiene poco de lógica y mucho de azar. En O Castro se puede encontrar a los de la Casa Grande, a pesar de que existen casas más grandes en esa parroquia y a los de la Casa do Saltón (saltamontes), sin lógica. También en O Castro están los tabernas, si bien en la casa de esta familia no funciona ningún bar ni taberna y hace ya tiempo que cerró la panadería que había. Una pregunta que ningún consultado se atrevió a responder tiene que ver con una familia de la parroquia de Breixa bastante conocida como Chatolas, que, según el diccionario, es el «cravo curto con cabeza grande».