En líneas generales, el Liverpool fue superior. Es verdad que el partido tuvo alternativas, pero el equipo inglés defendió mejor y llegó más veces arriba. Lo hizo con más calidad y pudo haber marcado algún gol más. También en el balón parado fue mejor. De hecho, Courtois fue el más destacado. Es verdad que el cuadro red tampoco tuvo el control los noventa minutos porque el Madrid también tiene su potencial, con jugadores que pueden marcar diferencias: pero aún así se mostró mejor en todas las facetas.
Al Real Madrid le sigue faltando llegar más veces y con más calidad para poder generar más opciones de hacer gol. ¿Por qué? Porque, a mi modo de ver, se tiene que mostrar todavía más agresivo en defensa para recuperar antes el balón. Y después, una de las claves de este partido es que alineó a dos futbolistas que no pueden jugar juntos: Camavinga y Güller. Esa elección hace que el equipo pierda potencial. Pierde desequilibrio. Le permite mantener el balón en medio campo, son jugadores de toque, pero el Real Madrid necesita más cosas. La banda de Valverde no fue desequilibrante, como sí lo fue la de Vinicius. Yo creo que Xabi Alonso se equivocó al poner a esos dos jugadores juntos.
En definitiva, al Madrid todavía le cuesta jugar al ritmo de partido que le exigen equipos como el Liverpool, que son candidatos a todo.