El Atlético sufre para vencer al líder de Bélgica (3-1)

Ignacio Tylko COLPISA

DEPORTES

Susana Vera | REUTERS

La mayor contundencia de los colchoneros decidió la valiosa victoria ante un Royale Union que rozó el empate antes de que Llorente sentenciara al final

04 nov 2025 . Actualizado a las 23:07 h.

Sufrió más de lo previsto el Atlético ante el osado Royale Union Saint-Gilloise, muy poderoso físicamente, para confirmar su fortaleza en el Metropolitano, lograr su segunda victoria en esta liguilla de la Champions y corregir su última derrota como visitante ante el poderoso Arsenal. Después de un comienzo nada alentador, el equipo de Simeone se dio cuenta de que no le servía jugar a medio gas para desembarazarse del líder de la liga belga. Necesitó de un notable Pablo Barrios, del infatigable y cada vez más decisivo Giuliano y de la pegada de Julián Álvarez para adelantarse cuando peor estaba.

Crecieron los rojiblancos en la segunda mitad y parecieron abrochar el triunfo tras el tanto de Gallagher, pero sucedió que Sykes marcó en una acción de estrategia y puso la incertidumbre hasta el final. Celebró el Atlético el 2-1, nada de esa goleada que muchos presuponían para salir favorecido en caso de posibles empates a puntos.

Un rival trampa que dominaba en su país antes de la Guerra, que hace una década estaba en cuarta división y que por algo marcha líder en Bélgica, un país de gran tradición futbolera. Propiedad del grupo inversor del Brighton y dirigido por el joven David Hubert, técnico de solo 37 años, es un equipo valiente y muy físico, con un incordio arriba como el ecuatoriano Kevin Rodríguez. Capaz de vencer en Eindhoven al PSV en la primera jornada, aunque luego fue goleado en casa ante el Newcastle y el Inter, sorprendió al salir muy al ataque, aunque de forma paulatina fue decayendo.

Movió el árbol el Cholo para dar descanso a Llorente, tras 32 partidos consecutivos como titular, y Giménez, aunque tuvo que recurrir al uruguayo tras la pronta lesión de Le Normand. Prescindió esta vez de Sorloth y recurrió a Griezmann como compañero en ataque de Julián. Las sorpresas, la presencia en el once de Nahuel Molina también de Barrios, tras superar unas molestias musculares en tiempo récord.

Quizá por los cambios o porque el desconocimiento del rival invitaba a cierta relajación, es que el Saint-Gilloise sorprendió de inicio. Los belgas se plantaron con enorme determinación y muy ofensivos, con interesantes jugadores en ataque como el senegalés Niang y, sobre todo, el ecuatoriano Kevin Rodríguez. Un tipo de 1,90, fortísimo en las disputas y rapidísimo. No cabe decir que sufriera el Atlético, pero sí que no lograba gobernar la situación. Se llevó el mayor susto Oblak en una cesión de Ruggeri muy comprometida, pero pese a su mal control el esloveno resolvió la situación co frialdad.

Enfrente, el primer aviso del Atlético no llegó hasta los 22 minutos, fruto de un disparo desde la frontal de La Araña a las manos de Sherpen, un gigante neerlandés de 2,06 de estatura. En su primera llegada seria, el equipo local picó. Barrios arrancó, abrió a Giuliano, que se marchó veloz para luego templar en el área, tal y como le ha aconsejado Messi en la Albiceleste, y asistir a Julián. El ariete controló regular, ya que el balón se le elevó, pero no perdonó en la definición. Pudo sentenciar el Atlético en el descuento, pero el gol de Griezmann, atento tras un disparo al poste de Nahuel Molina, fue anulado por fuera de juego tras la revisión del VAR.

Mucho mejor la puesta en escena de los colchoneros tras el descanso. Más intensos, más presionantes y en consecuencia más dominantes. Griezmann y Baena, protagonistas de una bella acción en la que el almeriense no pudo controlar un pase maravilloso del francés, entraban más en juego y eso lo agradecía todo el equipo. Giuliano, todo fe y pundonor, le ganó en un salto al central, pero se precipitó en el disparo. Era otro partido, con el guion que se esperaba al principio.

Tranquilidad solo aparente

El Atlético era dueño y señor del balón, pero le faltaba otro gol para abrochar la victoria y Simeone no esperó mucho para hacer un triple cambio que quizá se traía pensado de casa. Fuera Koke, Griezmann y Baena, dentro Almada, Gallagher y Sorloth, que enseguida reclamó sin éxito un posible penalti. Más cambio de hombres que de partido. Tuvo el empate el Saint-Gilloise en una acción de estrategia en la que los colchoneros permitieron dos toques de cabeza en el área antes del disparo de Promise David, pero por fin llegó el gol de la aparente tranquilidad. Sorloth lo hizo todo bien menos el remate final, pero Gallagher, muy atento, definió con destreza. Empero, ocurrió que en otro balón parado el central Sykes acortó distancias. Oblak, una vez más, no salió por arriba y permitió un remate en área pequeña. Tensión hasta la conclusión, cuando el recién entrado Llorente firmó el tercero.