Antes y después de Barcelona 92

DEPORTES

PACO RODRÍGUEZ

29 ago 2022 . Actualizado a las 15:18 h.

Los boomers y los de la Generación X tenemos la perspectiva suficiente para saber lo que cuesta ganar en el deporte de élite. Son muchos los aspirantes y solo uno puede conseguirlo. ¿Quién no recuerda aquello de la maldición de cuartos de la selección en el fútbol? ¿Y lo escaso que estaba el medallero antes de Barcelona 92? Esa cita marcó un antes y un después. Porque las generaciones Y y Z, las de quienes se han manejado ya plenamente en el universo digital, vieron ganar a la España de Iniesta, Xavi, Casillas y compañía. Y a la de los Gasol, Navarro y Felipe Reyes. Y a Nadal, un prodigio que lleva más de quince años seguidos entre los diez mejores del mundo. Y a Márquez, y a Jorge Lorenzo, y a Fernando Alonso, y a la selección de balonmano, que es la que mejor se ha sostenido en la élite.

Vienen tiempos difíciles. Esta semana comienza el Eurobasket y por primera vez España no figura en los pronósticos de los equipos favoritos a subirse al podio. También está a las puertas el US Open, y cuando Nadal compite siempre se puede esperar lo mejor. Pero los años pesan, las lesiones también. Y Alcaraz, que se perfila como el relevo natural, ya conoce de primera mano lo difícil que resulta superar rondas hasta la victoria final. En diciembre llegará el extraño Mundial de Catar, en mitad de la temporada. Y la España de Luis Enrique tampoco aparece en el selecto grupo de los elegidos. Eso sí, es una moneda al aire, capaz de apretar a los más cualificados y sufrir con los modestos.

Otro debate es hasta qué punto nos apasionamos con el deporte los que nos hicimos jóvenes y adultos en el siglo pasado y cómo lo viven quienes han crecido y crecen pegados a un teléfono móvil. Esa es otra historia.

Para todos, el panorama que se avecina es más parecido al de antes de Barcelona 92 que al de después de esa frontera. Y está por ver cómo se digiere ese difícil tránsito.