El cielo se despeja para Nadal

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

DEAN LEWINS

Su papel en Australia vuelca un escenario que parecía sonreír a Djokovic, ahora envuelto en dudas por su negativa a la vacuna e inscrito este mes en Dubái

01 feb 2022 . Actualizado a las 21:17 h.

Hace solo 33 días, se desconocían los planes de Rafa Nadal para el Open de Australia, después de cinco meses parado por una lesión crónica grave en el escafoides, una reaparición en falso en Abu Dabi en diciembre y su posterior contagio de covid. Entonces, Novak Djokovic aguardaba por una exención médica que le permitirse volar a Melbourne pese a no estar vacunado y perseguir como favorito y defensor del título su décimo Open de Australia. Mientras el español solo había sumado 6 grand slams desde junio del 2014, el serbio había añadido 14 en ese espacio de tiempo. El balcánico era favorito para desempatar la igualdad en el récord histórico de majors, entonces, a finales de diciembre, con 20, junto a Nadal y Federer. Apenas cinco semanas más tarde la única situación que permanece intacta es la dificultad que tiene el suizo, con 40 años, de encadenar varios grandes más. La ventaja, por varios motivos, corresponde ahora a Nadal, y las sombras se ciernen sobre Djokovic.

Reafirmado por una remontada de época contra el más consistente de los jugadores menores de 30 años, el más temido por la mayoría y número dos del mundo, Daniil Medvedev, Nadal tiene ya los 21 grandes, la posibilidad de elegir ahora más que nunca un calendario selectivo que preserve su castigado físico casi solo para los cuatro eventos más importantes y la confianza. Ese intangible reaparece a menos de cuatro meses del inicio de Roland Garros, una cita en la que ahora vuelve a ser favorito pese a su derrota en semifinales del 2021 frente a Djokovic. Al margen del desafío de Wimbledon, donde no juega una final desde el 2011, la fiabilidad del español en pista dura vuelve a cotizar al alza tras ganar en Australia, por lo que tanto en Melbourne como en el US Open mantiene opciones de ampliar su palmarés.

Frente a los 35 años de Nadal, Djokovic tiene 34 y un cuerpo menos castigado por las lesiones. Las dudas corroen ahora en cambio su mente. Tal como confesó su entrenador de siempre, Marian Vajda hace dos semanas, al referirse al efecto de su expulsión de Australia: «Traerá consecuencias, está mentalmente tocado».

En primer lugar, está por ver cómo afecta a su rendimiento un posible ambiente contrario del público en los torneos por sus recelos hacia la vacunación. Lo empezará a comprobar, en teoría, a partir del 21 de este mes, cuando está previsto que compita en Dubái. Además, sus opciones inmediatas de ganar más majors dependen de si acepta vacunarse, un requisito que, si no ha cambiado de opinión en los últimos días, ahora mismo incumpliría para poder entrar en Francia a competir en Roland Garros y en Estados Unidos para participar en el US Open. En Australia, de entrada, tiene tres años de prohibición de acceso por su expulsión de hace unos días.

Federer, con 40 años, y tras 14 meses sin competir casi, no irá a París

A sus 40 años, Federer solo ha ganado un grande (Australia 2018) de los últimos 16. Apenas jugó 20 partidos en los 14 meses más recientes. Y ya en noviembre descartó una decisión sobre su calendario hasta, al menos, abril o mayo. No jugará por tanto Roland Garros, donde sus opciones bajan más que en ningún otro grande. Y, en el mejor de los escenarios, irá justo para prepararse para Wimbledon a finales de junio.

Con tres operaciones de rodilla en los dos últimos años, quiere volver, pero su competitividad parece haberse resentido. «No me importa si regreso en el 2022 o el 2023. Sé que el final está cerca, pero me gustaría jugar al menos un par de partidos importantes de nuevo», dijo en noviembre cuando advirtió de un largo período de baja.

El mallorquín reaparecerá en Acapulco este mes o en Indian Wells

La lógica apunta a que Nadal apueste por un calendario muy selectivo. Pero tras ganar en Australia advirtió que no prevé muchas renuncias, pues necesita ritmo de competición para rendir en los grandes: «Si me dosifico más, ya no soy tenista. No se puede jugar menos de lo que lo he hecho en estos dos últimos años». En teoría, reaparecerá en Acapulco a partir del 21 de febrero, pero ese compromiso depende de cómo se encuentre a nivel físico. Si no, volverá en Indian Wells en marzo.