En primer lugar, está por ver cómo afecta a su rendimiento un posible ambiente contrario del público en los torneos por sus recelos hacia la vacunación. Lo empezará a comprobar, en teoría, a partir del 21 de este mes, cuando está previsto que compita en Dubái. Además, sus opciones inmediatas de ganar más majors dependen de si acepta vacunarse, un requisito que, si no ha cambiado de opinión en los últimos días, ahora mismo incumpliría para poder entrar en Francia a competir en Roland Garros y en Estados Unidos para participar en el US Open. En Australia, de entrada, tiene tres años de prohibición de acceso por su expulsión de hace unos días.
Federer, con 40 años, y tras 14 meses sin competir casi, no irá a París
A sus 40 años, Federer solo ha ganado un grande (Australia 2018) de los últimos 16. Apenas jugó 20 partidos en los 14 meses más recientes. Y ya en noviembre descartó una decisión sobre su calendario hasta, al menos, abril o mayo. No jugará por tanto Roland Garros, donde sus opciones bajan más que en ningún otro grande. Y, en el mejor de los escenarios, irá justo para prepararse para Wimbledon a finales de junio.