El equipo coruñés recibirá al campeón de la Liga Europa en la primera ronda del torneo del KO dentro de dos semanas y con el campo por decidir
19 nov 2021 . Actualizado a las 11:32 h.«¡Vamos, mi Victoria! ¡Vamos, campeón! Lo lo lo...». Bien parece que por las escaleras de la sede del club de moda sube la marabunta que abarrotaba A Grela la noche anterior ante el Hernani. Pero no. Son solo algunos de los jugadores albinegros, exultantes, minutos antes del sorteo de la Copa del Rey.
Ni rastro de la tensión vivida en la eliminatoria previa, sobre todo en los minutos finales, con el penalti en contra. «No estábamos ni preocupados, teníamos a Jano», presumen algunos. Jano es el portero que detuvo esa pena máxima que, realmente, hubiese sino una tristeza inimaginable.
El caso es que el Victoria entró en el bombo con las bolas verdes y que la Copa, muy aplaudida a cada aparición en la retransmisión televisiva, se vive así entre los modestos. «Qué bonita es... ¡A por la Copa, oé! ¡A por la Copa, oé!...». Ni un segundo de silencio en la casa del Victoria.
Salvo cuando empieza lo serio. El entrenador del Rayo, Iraola; y el portero del Guadalix, Regidor, son las manos inocentes. «Que toque uno fácil», gritan. Risas constantes. «Shhh», piden silencio. Huracán-Levante (aplausos). Utrillas-Valencia («oooh»). Alicante-Betis («noooo, ¡Joaquín!»). Surgen los nervios: «No nos metieron en el bombo». Guadalix-Osasuna (aplausos, «esos son duros»). Fortuna-Cádiz («¡el Celta porfa!», desean). Victoria-Villarreal. Las 16.46 horas. Explosión. Las sillas plegables vuelan con la onda expansiva. La piña bota igual que ayer por la noche, tras la clasificación. «¡Vamos, mi Victoria! ¡Vamos, campeón! Lo lo lo...».
Entre tanto descontrol de júbilo, el tono pausado del entrenador Guillermo Pigueiras todavía contrastan más. «Tocase quien tocase es un premio. Hay que disfrutarlo, porque el fútbol da muchos bofetones. A todos nos gusta el fútbol y esperamos ir a Riazor a vivir lo que es estar allí del otro lado de la barrera», reflexiona, mientras apunta: «También hay que pensar en el Galicia de Mugardos, próximo rival en la liga».
Riazor es una de las palabras más repetidas. La federación declaró no apto el campo de A Grela. Otra opción sería Abegondo. «Pero tampoco sé si se nos quedaría pequeño. A ver lo que dice el Deportivo y el Ayuntamiento de A Coruña. Y también lo que pide el Bergantiños», analiza.
Ya sobre el césped, uno de los protagonistas de la eliminatoria fue Jorge Raña. «Es increíble, nunca en nuestros sueños esperamos vivir algo parecido: tener la opción de jugar contra los futbolistas que ves en la televisión... Y el Villarreal es un equipo de Champions, y actual campeón de la Liga Europa tras ganar al Manchester... Flipé con el abarrote de A Grela. Y hoy con los mensajes, muchos de padres de niños del benjamín B, que yo entreno o de compañeros de universidad», dijo este estudiante de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos.
Otro nombre propio es el de Sergito, un trotamundos del fútbol gallego, a pesar de su juventud, lo que le otorga amplia experiencia en todo tipo de situaciones. «Es increíble. No hay palabras. Y, encima, en tu ciudad, contra un campeón de Liga Europa. Esperemos que sea en Riazor. Al ser a partido único, algún titular tendrán que traer. Puede pasar de todo. Quién se lo iba a imaginar. Yo tenía la espina clavada de haberme quedado a las puertas con el Somozas. Bienvenida esta otra oportunidad», se congratulaba.
