Giro en la investigación del caso PSG: Diallo podría no tener nada que ver con la paliza a Hamraoui y haber sido una venganza de su ex

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Las primeras pesquisas apuntan a una antigua pareja de la futbolista

15 nov 2021 . Actualizado a las 18:31 h.

La investigación abierta sobre la agresión que sufrió la jugadora del PSG Kheira Hamraoui ha dado un vuelco en las últimas horas y la Policía de Versalles estaría ahora encaminando sus pesquisas hacia una venganza de carácter privado, según publica el diario francés L'Équipe.

En un primer momento se creyó que la paliza sufrida por Hamraoui podría haber estado organizada por su propia compañera de equipo, Aminata Diallo, que habría contratado a un grupo de personas para que intimidaran y lesionaran a Hamraoui. Tras escuchar la declaración tanto de la propia Diallo como de Hamraoui, la Policía dirige ahora sus investigaciones hacia un asunto privado de la jugadora, relacionado con una pareja anterior, y exculparía a Diallo, que rechazó contar con un abogado para su declaración, de cualquier relación directa con lo sucedido.

Según publica L'Équipe, las declaraciones las dos jugadoras presenta un relato muy similar de los hechos, y coinciden en que uno de los agresores pronunció las palabras «hombre casado». La Policía habría relacionado los relatos de Hamraoui y de Diallo con una serie de llamadas telefónicas recibidas por cuatro compañeras de equipo de la víctima (Marie-Antoinette Katoto, Grace Geyoro, Sakina Karchaoui y Aminata Diallo) unos días antes de que se produjera la agresión.

Las llamadas habrían sido realizadas por una supuesta expareja de Kheira Hamraoui, con quien habría mantenido una relación durante aproximadamente tres años -del 2018 al 2021- mientras jugaba en el Barcelona. El ahora sospechoso habría proferido en esas llamadas que la jugadora del PSG le había roto la vida y que se vengaría de ella haciendo lo mismo.

La Policía no descarta que el coche en el que se trasladaron Hamraoui, Diallo y Sakina Karchaoui la noche de los hechos, tuviera implantado una baliza de geolocalización, frecuente en el crimen organizado.