La nadadora, que no se ha clasificado para Tokio, planea centrarse en sus estudios e ir abandonando la competición
25 nov 2021 . Actualizado a las 16:07 h.No habrá Juegos Olímpicos para Beatriz Gómez (Pontevedra, 1994). La que probablemente ha sido la mejor nadadora gallega de siempre lo cuenta con una cierta tristeza pero también se le escapa un poco de alivio porque podrá ir pensando ya en otra vida que no incluya hacer 500 largos diarios en la piscina.
-¿Sigue en Gijón?
-Sí, este año me vine a Asturias para entrenar. Los Juegos eran el objetivo principal de la temporada, pero el clasificatorio fue hace dos semanas y no me salió muy bien. No me he clasificado, pero tengo que terminar la temporada con el club.
-Una decepción.
-Sí. La verdad es que me he encontrado mal desde el inicio de la temporada. Muy cansada y con malestar. En enero me hicieron unas analíticas y me dijeron que tenía sobreentrenamiento y, claro, lo dejé. Así que el clasificatorio me salió mal. En Semana Santa me hice más pruebas y me han diagnosticado una enfermedad vírica similar a la mononucleosis.
-Ya sabe que le llaman la enfermedad del beso.
-Lo mí es citomegalovirus. Mi novio también es deportista y está perfectamente.
-El aplazamiento de los Juegos le perjudicó.
-No sé si me hubiera clasificado, pero cuando nos encerraron quedaban dos semanas para el clasificatorio y yo me encontraba muy bien de forma, me veía con muchas posibilidades.
-¿Era la última oportunidad para ir a los Juegos?
-A los de Tokio, sí. El próximo ciclo es más corto, solo de tres años, pero lo veo complicado. Estoy en un momento de mi vida que me quiero centrar en otra cosa. Quiero acabar mis estudios y empezar a dar pasos en mi carrera profesional.
-¿Cuáles son esos planes?
-Estoy estudiando ingeniería biomédica en la Universidad de Vigo. Este año había pedido que me dejaran hacerlo a distancia, pero estoy estudiando por mi cuenta y son pocas asignaturas. Así que el año que viene quiero centrarme a tope con esos estudios.
-Eligió un grado facilito.
-Sí, ja, ja. Me gustan las cosas difíciles; me gustan los retos.
-Yo, que conozco un poco la piscina, no se me ocurre nada más aburrido que nadar.
-Ja, ja. Sí que lo es. Yo siempre he tenido objetivos y las cosas muy claras. Eso ayuda a que el entrenamiento sea más ameno: cómo meter la mano en el agua, cómo hacer los virajes... Si vas muy concentrado se te pasa antes. De todos modos, aunque sea tan aburrido, me gusta nadar. La sensación con el agua la disfruto mucho. Cuando estás tantas horas, te aburres, pero yo lo he disfrutado.
-Un día normal de entrenamiento ¿cuántos largos nada?
-Este año, que no hacía tanto volumen de metros, un máximo de 12.000. Si la piscina es de 25 metros, calcule. [Un máximo de 480 largos] Son unas cuatro horas. Dos por la mañana y dos por la tarde.
-Es normal que lo quiera dejar.
-Es como un trabajo. Yo le dedico al deporte prácticamente todo el día. Acabas reventada y cuando llegas a casa lo único que quieres es comer y dormir. Hay muchas otras cosas que quieres hacer y no puedes. Por eso te planteas dejarlo e iniciar otra etapa.
-¿Cómo hace para no volverse loca de tanto ir y venir en la piscina?
-Depende del día. Hay días en que voy supercentrada, pero en otros se me va el pensamiento a lo que he hecho, a lo que tengo que hacer, repaso la lección, a veces voy cantando o fijándome en quién aparece por el pasillo de la piscina...
-¿Nunca ha calculado más o menos los metros que ha podido nadar? Igual podría haber dado una vuelta al mundo.
-Si sumo todos los que hice en mi vida, probablemente. Porque son muchos años nadando. Algún día haré la suma.
-Cuando está de vacaciones se irá a la montaña.
-Me encanta la playa. La sensación con el mar, me encanta. La montaña también me gusta, pero en verano me tira más el mar.
-¿Qué tal vive en Asturias?
-Como en casa. Es muy parecido a Galicia. Pero he venido el año que menos cosas se pueden hacer.
-De todos los trofeos que ha ganado, ¿cuál es el que más valora?
-Las dos medallas de plata que conseguí en el europeo júnior, que fueron un poco inesperadas. Y el campeonato del mundo júnior, que me costó lo suyo. También guardo con muchísimo cariño mi primera medalla, porque cuando yo empecé a nadar para nada era de las mejores. Fui de las más malas de mi club. Las primeras medallas fueron como un plus de motivación.
-¿Qué es más importante en la natación: talento o una buena cabeza?
-Con todo lo que he visto, es importante tener talento, pero lo más importante sin duda es la cabeza. Es que son muchas horas bajo el agua con tus propios pensamientos. Y si no tienes buena cabeza, te comen.
-¿Celta o Dépor?
-No me gusta mucho el fútbol. Me da igual.
-¿Cómo se definiría en pocas palabras?
-Soy bastante cabezota, positiva, trabajadora y sincera.
-Cuando dispone de tiempo, ¿qué hace?
-Pasarlo con la gente que quiero. También disfruto leyendo y viendo series. Y me encanta viajar y hacer excursiones.
-¿Le gusta cocinar?
-Le he cogido el gusto y me gusta mucho. Porque también me gusta mucho comer.
-¿Qué se le da mal?
-Mentir.
-Una canción.
-Merece la pena de Pole.
-¿Lo más importante en la vida?
-Disfrutar de cada momento.