Se vio entrenador desde pequeño, ya cuando jugaba; dirige la selección de Tercera
01 mar 2021 . Actualizado a las 10:09 h.Iván Cancela (Tordoia 1982) es un talento precoz de los banquillos. Profesor de infantil y primaria en excedencia, ha optado por centrarse en su otra gran pasión, el fútbol, para dirigir la Escola Galega de Adestradores y la selección de Tercera División con la que ya ha ganado la fase nacional de la Copa Regiones UEFA.
-Profesor y entrenador. Parece que nació para ser docente.
-Desde pequeño me tiraba la profesión de profesor, la educación, me gustó desde siempre. Y desde edades tempranas siempre me tiró la faceta de entrenar. Con veintipocos ya empecé a entrenar a la base del Dubra.
-¿Una lesión le obligó a poner fin a la etapa como futbolista?
-Hernias discales. Estuve un año sin jugar, volví al Xallas y a mediados de la temporada la espalda dijo basta. Tenía 24 años. En la siguiente campaña cogí el equipo en Primera Regional y ascendimos.
-¿Disfruta más en las aulas o en los banquillos?
-Cuando lo llevas como vocación, disfrutas en los dos ámbitos, tanto formando a niños como a futbolistas, o ahora como director de la Escola de Adestradores.
-¿Los futbolistas son como niños?
-No. Evidentemente, manejar un vestuario tiene momentos puntuales difíciles. Cada jugador es hijo de su padre y su madre, todos somos diferentes y nos encontramos en situaciones diferentes. Pero siempre he sido muy respetado y los conflictos han sido mínimos.
-Iba más por el lado de los caprichos que por el de la disciplina.
-He tenido la suerte de coincidir con vestuarios muy muy sanos, desde el Dubra hasta la selección, el último al que entrené.
-¿La de ahora es una tarea más administrativa?
-Como director de la Escuela y presidente del Comité de Entrenadores, y miembro del Comité Nacional, es una tarea de directivo. Aparte de la selección gallega, que es algo más puntual.
-¿Es una válvula de escape?
-Me gusta mucho el vestuario y mato el gusanillo, aparte de ser muy satisfactorio poder representar a Galicia. Intento seguir dos tres partidos de Tercera cada fin de semana, para ver jugadores, y por ese lado sigo vinculado al banquillo.
-Por cierto, que fue llegar y besar el santo al ganar la fase nacional.
-El debut fue inmejorable. Una pena no haber podido disfrutar ahora de la fase europea, que hubiese sido una experiencia única para todos.
-Por conocer su modelo de fútbol, ¿con qué equipo o selección se queda?
-La selección que ganó un Mundial y dos Eurocopas. A todos nos gustaría jugar así. Creo que marcó una época en el fútbol español y me atrevo a decir que mundial. Pero me gusta adaptarme a los mimbres que tengo. Siempre tenemos una preferencia, nos gusta jugar de una determinada manera, pero luego debemos adaptarnos a los futbolistas.
-¿Cómo pretende que sean sus equipos?
-Me gustan los equipos serios defensivamente, verticales, de transiciones rápidas. Pero esto no quiere decir jugar al pelotazo. Como seleccionador lo más importante es tener las ideas muy claras, un estilo de juego fácil de asimilar, porque hay poco tiempo, y hay un hándicap: cada jugador tiene en su equipo unos automatismo diferentes. Buscamos un estilo de fácil asimilación. Mecanismo de fácil asimilación, siempre teniendo en cuenta que el estilo está marcado por el formato de la competición. En cada partido tienes que ganar, si no te vas para casa. Eso es un hándicap muy grande.
-¿Tiene algún referente como entrenador?
-Un gallego, Diego Martínez, actual entrenador del Granada. Para mí es un referente, por su manera de trabajar el equipo. Como persona es un entrenador muy cercano, muy accesible, que habla muy claro y tiene muy bien trabajados sus equipos, con el equilibrio perfecto entre defensa y ataque.
-Vamos con su once ideal de todos los tiempos. ¿Portero?
-Casillas.
-¿Defensa?
-Maldini, Sergio Ramos, Beckenbauer y Cafú.
-¿Medio campo?
-Zidane, Redondo, Maradona y Pelé.
-¿Arriba?
-Messi y Cristiano Ronaldo.
-¿Es entrenador resultadista o de los que creen que también cuenta la manera de jugar?
-Resultadista. Pero para conseguir el resultado hay que hacerlo de una manera muy decidida. Una cosa lleva a la otra.
En corto
Iván Cancela no es supersticioso, pero reconoce que hay una rutina que nunca esquiva, similar a la que en los noventa se convirtió en seña de identidad de Carlos Aimar.
-¿Es cierto que antes de saltar al campo da una palmada en el pecho a cada jugador?
-Efectivamente, cuando salen al campo, una palmadita tirando a fuerte en el pecho.
-¿Qué no tolera en un vestuario?
-La falsedad.
-¿Su mejor recuerdo en el fútbol?
-Cuando quedamos campeones de España UEFA Regiones.
-¿El más amargo?
-Perder un ascenso en el descuento, con el Sporting Zas. Hay varios. También perder la final de la Copa da Costa con el Sofán.
-¿Una comida?
-Paella.
-¿Bebida?
-Coca cola.
-¿Un libro que recomiende?
-La niña de la calle, de Virtu Morón. Lo leí hace tiempo y me encantó.
-¿Un personaje histórico?
-Jesús de Nazaret.
-¿Por convicciones religiosas o por otro motivo?
-Por convicciones religiosas.
-¿Un pintor?
-Picasso.
-¿Acontecimiento histórico?
-El descubrimiento de América.
-¿Le preocupa el cambio climático?
-Como a todos, bastante.
-¿Se ve en política?
-No, no me tira.
-¿Un chiste corto?
-El médico me dice que deje el fútbol. ¿Estás enfermo? No, me vio jugar.