-¿Y eso se lo ha llegado a proponer al Dépor?
-Sí. Yo he hablado con diversos presidentes del Deportivo para intentar involucrarlos para que tengan una sección de fútbol sala. Pero por desgracia fue imposible. Yo creo que la inversión no sería tanta, pero ni siquiera entraron a valorarlo. Hay muchos clubes en España que se están metiendo y será por algo.
-Como entrenador ya intentó reflotar el fútbol sala en A Coruña y estuvo cerca.
-Fue un proyecto inacabado. Llegué al Loureiro y conseguimos el patrocinio de Coinasa con la ayuda del exdeportivista Nando. Sin él no hubiera sido posible. Solo duró un año y como no iba a salir adelante decidí dar un paso al lado, anunciándolo con tiempo para que el club pudiera revertir la situación. Lo intentaron y acabó desapareciendo. Yo me fui y lo más importante de mi carrera fue después, sobre todo en Italia.
En corto
-Una película.
-Pulp Fiction.
-Una canción.
-Love is in the air.
-Una serie.
-Juego de Tronos. Y, de las actuales, me quedo con The Mandalorian.
-¿Vino o cerveza?
-Entre los dos prefiero una copa de vino, pero solo los fines de semana. Es necesaria para una buena comida.
-Un lugar que recomienda visitar de los que haya estado jugando o entrenando.
-Venecia.
-Un referente de la infancia.
-Johan Cruyff. Y también me gustaba mucho de niño Perramón, un mítico portero de balonmano de finales de los años sesenta y los setenta.
-¿Cómo se ve dentro de diez años?
-Entrenando. Pero también me veo formando a futuros entrenadores. Es otra faceta que también me gustaría, si se dan las circunstancias.
-¿Se vería creando otro proyecto de fútbol sala en A Coruña?
-Sí, sí, yo siempre estaría dispuesto a reiniciar un proyecto de fútbol sala en A Coruña. Hacen falta ganas, yo las tengo, y luego habría que ver cómo encauzamos todo, de qué división partir o cómo hacerlo. Pero yo solo no tengo ninguna capacidad.
-¿Por qué eligió el fútbol sala y no el balonmano?
-Coincidió así. En aquel momento que compatibilizaba los dos deportes conocí a la gente del Chaston, que me acogieron de maravilla, formamos un gran grupo, y ya me quedé en el fútbol sala. No hubo otra razón.