Tenemos que hablar de Mikel

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BENOIT TESSIER | REUTERS

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis personas enfrentadas en la enésima discusión sobre Mikel Landa. El metro y medio obligatorio en este Tour de la pandemia seguramente habrá evitado que alguna llegue a las manos. Ni la religión, ni la gestión del covid. El tema a evitar en una reunión con la familia política es Mikel Landa.

La refriega aludida, incluso más elevada de tono de lo ya de por sí normal, partió de lo que parten todos los enfrentamientos entre landistas y no. Unos destacan su cuarto puesto en París y otros le reprochan su «solo» cuarto puesto en París. Los primeros defienden su papel, pero un poco decepcionados por haber creído que podía haber estado más arriba; los segundos le critican creyendo que, en realidad, iba a haber acabado más abajo. Ni frío ni calor para ninguno de los dos bandos por lo que el debate quedará en barbecho un tiempo. Porque zanjarlo es imposible.

En toda discusión sobre Landa hay varios puntos siempre a tratar, como la comparación de su trayectoria con la de su excompañero Nairo Quintana o la de los merecimientos para su liderazgo dentro de Bahrain. Lo de siempre. Pero en esta hubo un punto que se alejó un poco de lo previsible y fue cuando alguien afirmó que dentro del mítico Euskaltel de los 2000 había gente con más talento y menos prensa que Landa. «¿Qué Euskaltel ademas de Mayo hizo top-10?», preguntaban desde la trinchera landista.

El recuerdo fue para Haimar Zubeldia, dos veces quinto en la ronda gala con el jersey naranja (2003 y 2007) y una vez sexto, ya con el RadioShack. El año en el que Zubeldia fue quinto —con Ibán Mayo, que ganó en Alpe d’Huez, sexto— solo pudieron con él Armstrong, Jan Ullrich, Vinokourov y Tyler Hamilton. Todos ellos, sancionados por dopaje.