Fernando Alonso: «Volver a la Fórmula 1 está al 50%»

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

Chema Moya | EFE

El asturiano esperará a analizar la normativa de la F1 en 2021 para estudiar si regresa o no al 'gran circo' mientras se centra en el Dakar

21 oct 2019 . Actualizado a las 19:02 h.

El Fernando Alonso más solidario con el medio ambiente presentó este lunes en Madrid el proyecto Mission Blue x Kimoa, una asociación con la ONG que lucha contra la contaminación en los mares. En lugar de usar palabras, el asturiano ha preferido pasar a la acción con una subasta benéfica de tres tablas de surf de su marca de ropa deportiva, que están personalizadas por tres artistas gráficos de primer nivel como Domingo Zapata, Okuda y Edgar Plans.

Es algo que no hace Lewis Hamilton, por ejemplo, al que dedicó un dardito. «Los pilotos de Fórmula 1 cogemos 200 aviones al año y luego no puedes decir que comes carne. Cada uno lanza el mensaje y si sirve para que la gente se conciencie un poco más, mejor. Acciones como la de hoy, donar íntegramente los beneficios de una colección o hacer subastas benéficas, hacen mucho más que todo lo que podamos decir», explicó.

Pero además de mostrar su lado más comprometido, Alonso respondió a la pregunta que le hacen en cada evento al que va: ¿Volver a la Fórmula 1? La situación está al 50%, pero ya no cierra la puerta del todo. «Si lo supiese lo diría. No oculto que en el 2021 hay un cambio de normativa grande y se pueden mezclar un poco las cartas. No sé si exploro alguna opción el año que viene, seguramente sí, pero no puedo engañar a la gente diciendo 'no voy a volver seguro y está la puerta cerrada' o 'voy a volver seguro en 2021'. Está la cosa 50-50», puso en números el español.

El problema es que aún la balanza está en contra de volver. Son muchos sacrificios, aunque Alonso asegura considerarse «un piloto de Fórmula 1, no de otras especialidades, aunque las esté probando». «Me gusta seguirlo y verlo por la tele y estar al día. Pero si siento ganas o ansia de estar ahí. Sé el sacrificio que hay detrás, los viajes... En la Fórmula 1 el problema es que ya sabes en febrero dónde vas a quedar y lo repites todo el año. Ir ahora a México o Austin, sabes que vas a hacer séptimo, el duodécima, cuatroº o lo que sea. Limita un poco las ganas», admite el español.

Ese tiempo fuera de casa, esos más de 300 días al año lejos durante 18 años de su vida es un lastre que le pesa mucho. «Ahora que he salido un poco de esa vorágine y respirar. No tengo tanto esa exigencia. No son sólo los días fuera de casa, es vivir para y por la Fórmula 1. Desayunar y pensar en la F1, entrenar pensando en F1, ir a dormir pensando en la F1. Necesitas ir descansado o con la cabeza en eso. Este año es más relajado que eso», dijo.

En definitiva, no ha sentido «ninguna necesidad de volver». «Si hubiese vuelto en el 2020, no me hubiese aportado nada. Valoraré si en el 2021 me va a aportar algo o no. Este año sin F1 ha sido tremendamente bueno para mí, enriquecedor, campeón del mundo de la FIA otra vez, de resistencia, campeón de Le Mans, de Daytona, Sebring. Cosas que no hice en los últimos años en la F1, no veo que me motive más», señaló.

Objetivo, acabar el Dakar

Pero antes de volver a la Fórmula 1 o no, Alonso tiene el Dakar en mente. El jueves se anunciará su participación junto a los pilotos de Toyota, lo que supondrá la culminación de un reto que empezó hace meses.

Para Alonso, los raids están poniendo al límite sus capacidades. «Es un maratón cada día. Tiene una exigencia física y sobre todo mental que no había probado nunca en mi carrera. Siempre había hecho esfuerzos físicos durante una hora y media o dos horas, pero una concentración del 99% porque tienes momentos no de relax, pero cuando tienes una recta, puedes mirar el volante, cambiar cosas, escuchar la radio. Esas cosas en el Dakar no puedes. Vas siempre por caminos desconocidos, no sabes los baches, zanjas, árboles, piedras y demás obstáculos que te vas a encontrar. Es una exigencia brutal, durante 5 horas sin poder parpadear sin dejar de mirar la carretera, ni siquiera para poder beber», explica sobre un deporte en el que «a nivel de concentración» no ve nada similar.

Tiene claro que su objetivo es «tener etapas en las que no te pase nada». «Quizá esa es una de las cosas que más me sorprendió, porque estoy acostumbrado a correr grandes premios donde todo está optimizado al extremo. Aquí nada está optimizado: es intentar que todos los problemas que te van sucediendo no te resten demasiado tiempo. Ese es seguramente lo que me llevó al Dakar», destacó, antes de recordar los problemas de grandes como Sainz, Peterhansel o Al Attiyah en las arenas de Marruecos.

Alonso tiene claro que debe acabar como primer objetivo. «Hay un 60% de abandonos en el Dakar: de cada 10 que salgan, seis no van a acabar. Ser uno de esos cuatro elegidos que van a llegar a meta ya es un reto complicado, más para mí que no tengo ningún tipo de experiencia. Es también uno de los grandes atractivos de hacer el rally más duro del planeta», destacó, antes de confesar su gran sueño. «Un objetivo en competitividad no me lo puedo poner, pero si hago una carrera de aquí a la esquina, si sé que puedo ganarla, la hago. Si hago el Dakar, un 1% de mi cabeza pensará en ganarlo», admitió.