El tomiñés buscará el podio en el k-1, 1.000 metros del Mundial
22 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Roi Rodríguez (Vigo, 1994) es una de las últimas realidades del piragüismo gallego. Metódico y académico a partes iguales, busca en el Campeonato del Mundo de Portugal dar un paso más en su camino hacia Tokio, en donde espera estar en el K-1, 1.000 metros, la distancia en la que está centrado en los últimos tiempos sin descartar alguna segunda opción. Por ejemplo, ya formó parte de las probaturas del K-4, 500 metros que todo el mundo bendice.
A sus 23 años y en su tercer mundial absoluto, el vecino de Tomiño quiere asaltar el podio, pero sin saltarse ningún paso. «O primeiro é entrar na final, que vai ser difícil», comenta con instinto conservador, pero si pasa la criba del jueves, el sábado se ve capacitado para hacer un esfuerzo superlativo, ya que a primera hora le esperan las semifinales y a continuación la final. «Unha vez dentro da final espero loitar polo podio, aínda que só imos ter dúas horas para recuperar».
La temporada pasada Roi ya consiguió plaza de finalista en la distancia y ahora busca «dar un paso adiante». Tendrá como aliado el canal de Montemor o Velho, que conoce a la perfección: «É unha pista complicada polo vento, porque tal e como está orientada, alí entra sempre moito de lado. É un factor a ter en conta». Allí compitió en el Mundial sub-23 y en pruebas de la Copa del Mundo.
Roi también conoce a sus principales rivales y avisa de su potencial. A un año vista de la clasificación para los Juegos de Tokio todo el mundo afina en su puesta a punto y portugueses, húngaros y alemanes, además de checos y daneses, son un peligro. «Nesta distancia o nivel sempre está moi apretado e nun bo día podes conseguir un bo posto, pero como falles un segundo podes quedar cinco postos máis atrás».
Por mentalidad y preparación no debiera ocurrir. Finalizados sus estudios de ingeniería, se ha dedicado en cuerpo y alma a su deporte. «Agora é o momento de estar centrado no piragüismo. Estoume atopando máis forte estas últimas semanas e vou bastante contento», comenta de un período de preparación que ha realizado en solitario, en el Miño y con ayuda de su club de toda la vida, el Kayak Tudense, con algún paréntesis para trabajar con el equipo nacional portugués y con visitas a Trasona para participar en concentraciones del equipo español. De hecho, el tomiñés formó parte de las probaturas del K4 500 metros «pero ao final non entrei nas combinacións» y se centró en el K1 1.000 metros después de demostrar su potencial en los 500 metros en donde batió el récord del mundo con un tiempo de 1m 35s 149 milésimas.
En su preparación, el palista del Tudense no ha variado la hoja de ruta. Se mantiene en el mismo peso y con la misma técnica, un aspecto crucial para su entrenador «que a considera un dos parámetros más importantes do piragüismo para ser más eficiente».
Él es un reflejo de esa eficiencia desde que llegó al mundo de la piragua por casualidad siendo niño y se presentó en sociedad ganando un oro en el Europeo sub-23 de Francia después de andar en coche 1.500 kilómetros por faltas de ayudas.
Tono Campos marca la estela de los «outsiders» con acento gallego en la cita internacional
Al margen de los grandes nombres, conviene destacar que la representación gallega estará formada por nada menos que 17 palistas con acento gallego y que varios de ellos aspiran a convertirse en las sorpresas de la competición.
Tono Campos
C-1, 5.000. El palista grovenses se proclamó recientemente campeón de Europa de maratón y parte con la marcada condición de candidato a hacerse con un lugar en el podio en la prueba de cinco mil metros en canoa. En el Europeo de esprint acabó en la cuarta posición.
Sieiro y Vallejo
C-2, 1.000 y C-2, 500. Teresa Portela los señala como una pareja a tener en cuenta, y cuando ella habla hay que prestar atención. Los dos palistas del Poio entrarán en competición el jueves y la final debe estar en su punto de mira.
Domínguez, Barreiro y Graña
C-4, 500. Noel Domínguez, del Breogán, y David Barreiro y Pablo Graña, del Náutico Rodeira, formarán el equipo con el murciano Mohsinne Moutair.
Antía Jácome
C-1 y C-2, 200. A principios de este año, la pontevedresa recibió el premio de la federación como mejor júnior. Ahora, en un Mundial absoluto y como fórmula imprescindible para acumular experiencia, doblará. Participará en la distancia individual y en el C-2, 200 con María Pérez (Náutico O Muíño). Otra joven, Carla Frieiro, debutará en un Mundial en el K-1, 500.