Éxitos y carencias de una disciplina

Isaura Hermida

DEPORTES

29 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La gimnasia de competición exige un físico privilegiado, una enorme capacidad de esfuerzo, de trabajo y de sacrificio increíbles para unos deportistas que comienzan muy jóvenes, que como Melania Rodríguez han sabido adaptarse muy bien a cualquier adversidad o complicación tanto en los entrenamientos como en las competiciones. Hacen lo que pueden y cosechan éxitos ante las importantes limitaciones de instalación, la falta de material, de altura en los pabellones y sobre todo, de temperatura: bajísima en invierno y altísima en verano.

En el caso de Melania, algo más que una promesa de la gimnasia de trampolín, juegan un papel determinante su inteligencia, disciplina, humildad y especialmente, su capacidad para aguantar la presión en competición y la confianza siempre en sus entrenadores, básico para todo deportista de nivel. Otro aspecto a destacar de los gimnastas gallegos, comparando con los de otras comunidades o países, es que pese a carecer de instalaciones adecuadas, tampoco cuentan con psicólogo, nutricionista, fisioterapeuta ni becas económicas, no les impide competir al máximo nivel y con excelentes resultados. Melania es la punta del iceberg, pero además de ella, Galicia cuenta con gimnastas reconocidos a nivel mundial como Daniel Pérez, récord del mundo de dificultad, o Alejandro Bernárdez, tres veces medallista en campeonatos de Europa y finalista a nivel mundial. En definitiva, un gran número de gimnastas que en ocasiones se ven obligados al abandono deportivo por motivos académicos, pero su esfuerzo, a pesar de las dificultades, nos hace sentir un poco mas grandes, llevando el nombre de Galicia por el mundo