La selección nacional femenina de lucha se entrena en el CGTD antes de partir hacia la prueba más dura del calendario europeo, el Dan Kolo de Bulgaria
28 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Estas doce campeonas derriban los estereotipos sobre el tapiz a base de profesionalidad. La selección absoluta femenina de lucha olímpica está esta semana en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva preparándose para la Dan Kolo, de Bulgaria, la prueba más dura del calendario continental y los Juegos del Mediterráneo de junio. Aterrizan en Pontevedra al mismo tiempo que el combinado nacional de lucha olímpica masculina está en Madrid y la de grecorromana, en Murcia. Pero no están a orillas del Lérez de casualidad, Pontevedra tiene un peso importante en esta decisión.
El hecho de que tres de las campeonas de España sean de la provincia fue determinante para poner esta vez a la ciudad en el mapa de la lucha olímpica. Lidia Pérez, del Club de Loita Pontevedra, y Noelia Lalín y Nerea Pampín, del Keltoi de Vila de Cruces, son la cuota gallega y las anfitrionas de un grupo en el que cinco de ellas forman parte del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid. «Creo que en el CGTD hay unas buenas instalaciones y mucho trabajo, nosotras llevamos años sin lesionarnos, mientras en otros lugares no pasa eso», explica Lidia Pérez, que como sus compañeras Pampín y Lalín trabajan a las órdenes de Marcos Miragaya el resto del año, becadas por las Secretaría Xeral do Deporte. Acaban de ser campeonas de España en su categoría de peso y lograron el mismo reconocimiento con la selección autonómica este mes.
Estos días entrenan en doble sesión de mañana y tarde a las órdenes de la seleccionadora nacional, Aurora Fajardo, y de Pablo Pintos, director técnico de la Federación Galega de Loita. Las diez luchadoras tuvieron ayer su primer contacto con el tapiz del CGTD y seguirán así hasta el próximo domingo. Con estas iniciativas pretenden acercar la lucha a los deportistas locales. «Es importante que otros chicos que entrenan a diario noten que hay posibilidades de clasificarse para otras competiciones, además de poder entrenar con el equipo nacional», explica Pintos.
La voluntad, clave del éxito
Pero, ¿qué tienen estas chicas para estar entre las doce mejores del país? Lo más importante para Pablo Pintos es potenciar el aspecto volitivo. «Deben ser fuertes psicológicamente, cuando compites tan cerca de tu rival, notas su respiración, su rapidez, la fuerza, solo con voluntad y creyéndote el mejor, aunque no lo seas, puedes llegar lejos», explica. Mientras el alcalde de Pontevedra, Fernández Lores, las recibía ayer en el Concello, una de ellas, Graciela Sánchez, comentaba que todavía queda mucho trabajo para visibilizar un deporte sobre el que «los estereotipos todavía pesan mucho». A este hándicap suman las dificultades de financiación que tienen las competidoras de esta disciplina. Graciela ponía un ejemplo claro. «Mis dos entrenadores fueron olímpicos y ahora uno es cristalero y otro cuida niños», concluye esta deportista de élite, que además estudia un máster tras haber concluido Enfermería. Saben que su paso por el deporte no les va a dar de comer, pero lo que sí tienen es la pasión por la lucha y el sueño de llegar a Tokio 2020. Como dijo Aurora Fajardo al alcalde cuando le entrego las camisetas firmadas: «Guárdela y recuérdelas que algún día estarán en la televisión».