El impulso del efecto Fernández

IGNACIO NAYA

DEPORTES

ERIC GAILLARD

La federación, con solo 600 licencias, quiere aprovechar el bronce para levantar un centro de élite y popularizar el patinaje sobre hielo

17 feb 2018 . Actualizado a las 22:11 h.

El mayor éxito de Javier Fernández puede llegar ahora, cuando está a punto de dejar el deporte que lo ha convertido en una leyenda. La federación pretende aprovechar el efecto generado por el patinador para construir un centro de alto rendimiento en Barcelona, atraer talento al lado del mar y dar cancha en España a los deportes de invierno. «Lo importante es seguir adelante, tener otros proyectos», afirma el medallista de bronce de los Juegos de Pyeongchang, que a punto de cumplir 27 años ya está pensando en su vida después del patinaje artístico.

 

Tras diez años de preparación en largas concentraciones fuera de su país, Fernández querría regresar a casa y convertirse en entrenador para transmitir lo que ha aprendido a las nuevas generaciones. «La idea es que los deportistas no tengan que pasar por lo que ha pasado Javi», explica el presidente de la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), Frank González.

Fernández fue derrotado por Yuzuru Hanyu y Shoma Uno, pero en Japón el patinaje artístico es pasión, mientras en España apenas hay 600 licencias federativas.

La FEDH tiene solo doce años, desde que en el 2006 se independizó de los deportes de nieve. Cuenta con un presupuesto de 900.000 euros, del que casi un tercio lo dedica a su patinador más ilustre. Con el resto tienen que sufragar los demás gastos, entre los que están pagar horas de hielo a recintos municipales o privados. En España hay solo 18 pistas de hielo, por lo que la selección sub-18 de hockey tuvo que marcharse a Budapest una semana para poder entrenar.

Un centro de alto rendimiento permitiría a la FEDH contar con un lugar para sus atletas de élite. Y qué mejor lugar para crearlo, opina el dirigente, que Barcelona. «Allí está ahora mismo la federación», dice. «Sería un sitio ideal para atraer deportistas que quieran entrenarse aquí en lugar de en Toronto, donde hace un frío que pela».

En Canadá se entrena precisamente Fernández a las órdenes del expatinador Brian Orser, una de las figuras que González querría atraer aprovechando su relación con el medallista español. En Barcelona se guarda desmontada la pista usada para la final del Grand Prix del 2015 y 2016. «La cultura española nunca ha sido de deportes de invierno, pero ya es hora de que vaya cambiando. Si Italia o Francia lo están haciendo, ¿por qué no nosotros?».