Diego López, la pesadilla gallega de Messi desde los once metros

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JOSEP LAGO | AFP

«Me tiré a la izquierda porque es donde Messi ha lanzado más estadísticamente», aseguró el portero

19 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No está siendo una temporada fácil para Diego López (Paradela, 1981). Retrasó una operación -tenía una bursitis en la rodilla derecha- para ayudar a su club, el Espanyol, en la parte final de la temporada pasada; y se perdió toda la pretemporada, los primeros partidos de Liga y, cuando estaba listo para recuperar la portería perica, se encontró con que Quique Sánchez Flores prefería a Pau López como titular.

«Lo que yo tuve el año pasado fue serio, una infección. Me he jugado literalmente mi pierna y mi carrera. Estuve al pie del cañón para ayudar al equipo. No miré mis intereses, miré los del club. Y todo derivó en una situación que al final me ha perjudicado. Lo di todo y las circunstancias han sido las que han sido. Ahora no me queda otra que darlo todo», explicaba hace unos meses.

Y eso fue lo que hizo. No rendirse. El miércoles, aprovechó el partido de Copa del Rey contra el Barcelona para reivindicarse y demostrar que debe ser el portero del Espanyol. Se multiplicó para dejar la portería a cero e incluso le detuvo un penalti a Messi. El segundo que le para a lo largo de su carrera -el primero fue en el 2007, con el Villarreal, también en Copa-. Es el primer guardameta que le detiene dos penaltis al crac argentino. Un futbolista que solo ha fallado 19 de los 86 lanzados (75 % de acierto).

El meta gallego lo tiene perfectamente estudiado: «Me tiré a la izquierda porque es donde Messi ha lanzado más estadísticamente», reconoció ayer. «De todas formas es complicado, Leo es impredecible, porque los ha lanzado prácticamente a todos los sitios. Los últimos dos penaltis que me lanzó lo hizo a la izquierda e intenté aguantar lo máximo posible para despistarle», agregó.

Ahora, se le abre otro escenario. Pau López no se decide a renovar y parte de la afición pide que sea él el titular. «No pienso en reivindicarme. Todo el mundo me conoce, llevo muchos años en la élite e intento hacer mi trabajo. Tengo la conciencia tranquila», respondió.

Ahora, la patata caliente la tiene Quique Sánchez Flores. El sábado reciben al Sevilla y el próximo jueves visitan al Barça, en la vuelta de la Copa.