Pablo Lijó: «No podría llevar una vida normal»

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

DEPORTES

MARCOS CREO

El deportista de Ribeira se muestra ilusionado ante su primera aparición en la selección nacional

09 oct 2017 . Actualizado a las 19:27 h.

Pablo Lijó (Ribeira, 1991) vive un buen momento en el plano deportivo. El barbanzano está situado en el puesto 25 del ránking del World Padel Tour -hace un mes ocupaba la posición 23-, y todavía mantiene esperanzas de lograr buenos resultados en las competiciones que tiene por delante para escalar plazas y colarse en el Master Final, el último torneo de la temporada, en el que participan los 16 mejores jugadores del mundo. Lijó también está de enhorabuena porque, por primera vez, vestirá la camiseta de la selección española. Lo hará, en el campeonato de Europa, que se celebrará del 13 al 18 de noviembre en la ciudad lusa de Estoril.

-Ha sido seleccionado para jugar con España, ¿ya se ve saltando a la pista vistiendo la camiseta del combinado nacional?

-Los torneos por equipos siempre tienen algo especial y en este caso aún más. Por este motivo, estoy deseando que llegue la fecha del europeo para debutar.

-Imagino que el día en el que le llamó Jon García -entrenador del conjunto español- le quedará grabado en la memoria.

-Fue el mismo día que se publicó la lista, pero lo mejor fue el momento. Iba a entrenar, y cuando bajé del coche me encontré a mi entrenador. Le dije que a partir de ahora tenía que pedir cita para hablar conmigo, que estaba delante de un seleccionado (ríe).

-Empezó en el tenis, deporte en el que consiguió buenos resultados. ¿Por qué decidió cambiar al pádel?

-En realidad no fue un cambio. Yo dejé la raqueta a los 19 años, básicamente porque no disfrutaba jugando al tenis. Es una edad complicada y no aguanté las típicas presiones que tiene un chaval que está intentando ser profesional. Luego, después de un tiempo parado, conocí el pádel y me empecé a enganchar.

-¿Es cierto que es más fácil jugar al pádel que al tenis? O, ¿será que es más sencillo divertirse practicando el primero?

-Ahí está la clave. Una persona que empiece a jugar al tenis siendo adulta tendrá, seguro, muchas dificultades para aprender la técnica y poder disfrutar. Necesitará muchas horas de clases y, además, es un deporte muy físico. Por otra parte, el pádel divierte desde el principio, a pesar de que técnicamente seas un desastre.

-Muchos lo tachan, en numerosas ocasiones, de ser un deporte elitista. ¿Hay demasiada gente con ganas de aparentar?

-Yo creo que hay de todo en este mundo. También está muy de moda hablar de los que hacen running, en vez de los que salen a correr. Van todos conjuntados, con ropa de marca y muy cara para poder sacar la foto y no por ello se dice que correr sea un deporte elitista.

-Porque, realmente, practicarlos a nivel aficionado es bastante asequible hoy en día.

-Exacto. Siempre depende de donde sea. Hay clubes privados con unas instalaciones brutales en los que los importes suelen variar entre tres y siete euros por persona. Pero luego también hay pistas al aire libre, municipales o de urbanizaciones, que tienen precios muy buenos.

-Aún así, a nivel profesional, como en todas las disciplinas, será importante tener buenos padrinos que le apoyen.

-A nivel profesional es totalmente diferente. Es muy importante tener apoyo económico, ya que de eso vivimos y nos permite competir al máximo nivel. En mi caso tengo suerte, porque cuento con Varilon, que es la marca más prestigiosa en el mundo del pádel. Tienen el mejor material y eso es una ventaja. Después hay varias empresas que me ayudan y hacen que todo sea más fácil.

-Competir en el World Padel Tour le obligará a viajar mucho. ¿Está cansado de los aviones?

-Hay momentos. La temporada es bastante larga y hay viajes que son más duros que otros, pero yo no lo cambio por nada.

-¿Uno se acostumbra a andar de un lado para otro continuamente?

-Yo creo que sí. Es adaptarse a todo. A los hoteles, las comidas, ver poco a la familia... A ver, hay inconvenientes, pero considero que hay sacrificios mucho peores que este. En mi tierra hay quien pasa nueve meses embarcado en el mar y eso sí que es duro.

-De no haber jugado al pádel, ¿a qué le gustaría dedicarse?

-Obvio. Piloto de rali. Yo creo que no podría llevar una vida normal.

Abraldes

Su inquietud y sus compromisos deportivos han hecho de Pablo Lijó un trotamundos y sobre todo un hombre de acción.

-¿Algún método para aguantar los desplazamientos?

-Netflix. Yo me engancho a series y así es más llevadero.

-¿Algún lugar que recomiende visitar?

-Cuando vamos a competir hacemos poco turismo. Un sitio para disfrutar, sin duda, son las islas Canarias.

-¿Algún sitio que aún no conoce y quiera explorar?

-No sé uno concreto. Lo que sí me gustaría, en algún momento de mi vida, sería recorrer en autocaravana un lugar que me apetezca descubrir. Yo no soy de turismo de hotel y pulserita, me gusta la libertad.

-En vacaciones ¿aún le queda espíritu aventurero o prefiere descansar?

-En vacaciones no suelo viajar. Tras tanto moverme durante el año, me apetece estar con la familia y los amigos, cargando las pilas.

-Vive en Madrid, ¿tiene morriña?

-Por supuesto.

-¿Qué hace para sentirse más cerca de su tierra?

-Un viaje relámpago cuando tengo un par de días.

-¿Cuál es su gran afición?

-Los ralis. Soy un apasionado de los coches, desde pequeño.

-¿Un referente deportivo?

-Rafa Nadal.

-¿Y en la vida?

-Bob Marley.

-¿Le gusta la música?

-Escucho pachangueo, porque transmite alegría y antes de competir viene genial, pero también me gusta mucho el rock.