Bolt no cruza la última meta

X.R.Castro LONDRES

DEPORTES

Bolt no llegó ni a cruzar la meta
Bolt no llegó ni a cruzar la meta LUCY NICHOLSON

Usain pone fin a su carrera lesionando en el relevo 4x100 que ganó Gran Bretaña

13 ago 2017 . Actualizado a las 09:20 h.

No podía haber final más cruel. Usain Bolt se despidió del atletismo para siempre sin poder completar la última recta. Lesionado poco después de recoger el último testigo del relevo 4x100 de Jamaica. El mejor atleta de todos los tiempos sufrió un pinchazo y echó la mano al muslo derecho, gritó de dolor, intentó correr en balde y terminó en el suelo. Destrozado. La imagen del plusmarquista mundial por los suelos será la última en la retina, pero en el recuerdo quedan sus gestas. De su desgracia no pudo beneficiarse Estados Unidos, que tuvo que conformarse con la plata en una final en la que voló la anfitriona Gran Bretaña.

Después del chasco en los 100 metros, en donde el Relámpago solo pudo ser bronce, Usain buscaba la mejor despedida en el relevo corto. Aunque arrastraba molestias en los días posteriores al hectómetro, decidió correr la calificación por la mañana y lo hizo sin ninguna dificultad.

Por la noche, con dos cambios de tronío en Jamaica (entraron Mcledon y Blake en el cuarteto), Bolt tenía el honor de defender el título desde la cuarta posta. Comenzó el campeón del 110 vallas con una espectacular puesta en escena, Forte mantuvo el paso de los caribeños y Yohan, que perdió terreno, le entregó a Usain el testigo con los locales y Estados Unidos por delante. Usain recogió la posta y comenzó a acelerar desde la salida de la curva para neutralizar al americano Coleman y al británico Mitchell-Blake, pero su cuerpo le traicionó el último día. Cuando buscaba la remontada se encontró con el pinchazo definitivo. No aguantó el dolor, se cayó y se tapó la cara con las manos mientras los relevistas ingleses completaban la enésima sorpresa del campeonato ganando el oro con un tiempo de 37.47 segundos. Dejaban a Estados Unidos, que por la mañana habían asombrado por la perfección de su entrega de relevos, con una plata amarga, lo que significa en la práctica que la maldición continúa con el 4x100 masculino. Por detrás de ellos apareció Japón para seguir demostrando que todo es posible.

Mientras británicos y japoneses celebraban el éxito por todo lo alto, el rey seguía tendido en la pista. Incluso le invitaron a salir en una silla de ruedas, pero Bolt decidió despedirse por su propio pie. Acompañado y recibiendo el consuelo de sus compañeros de cuarteto, con una visible cojera y sin ganas de bromas.Ni el más malévolo de los guionistas podría escribir semejante final para la leyenda del atletismo. Cuando salió de Río con tres oros al cuello anunció su final en Londres, en su segunda casa. El lugar en donde hizo marcas grandiosas y la ciudad que vio al Bolt más humano.

Pero dos carreras no marcan la trayectoria del mejor. Bolt se va, se jubila como atleta a los 31 años, pero su legado es inmenso. El mundo se olvidará de su lesión mañana para comenzar a asombrarse con sus récords de otro planeta. Porque antes de perder y lesionarse, el rayo de tallo largo ya era inmortal.