La Indy Car huele a gloria

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La Indy Car huele a gloria
Ayerra

Fernando Alonso, entre los favoritos al triunfo en su debut en las 500 millas de Indianápolis en busca de la triple corona del automovilismo, junto con el GP de Mónaco y las 24 horas de Le Mans

30 may 2017 . Actualizado a las 13:54 h.

Serán 500 millas, unos 800 kilómetros, es decir, bastante más del doble de lo que se recorre en un Gran Premio de Fórmula 1. También las velocidades son notablemente superiores, rozando los 400 kilómetros por hora (apenas superan los 300 en el Gran Circo). El circuito, un óvalo peraltado, no ofrece sorpresas a la europea en cada golpe de volante. Porque, por encima de todo, la cita estrella de la Indy Car, Indianápolis (#0, a partir de las 17.30 h), es deporte made in USA. Como el béisbol, la NBA o la Super Bowl. Un valor seguro.

Como muestra de su peso en la historia del automovilismo, Fernando Alonso se sumerge en este mundo como pez en el agua, acapara todas las atenciones y eleva el interés por esta modalidad hasta límites nunca experimentados en la edad moderna.

El bicampeón mundial de Fórmula 1 saldrá en la quinta posición de la parrilla de salida de la sexta prueba (de dieciséis) de las Indy Car Series en un alarde de adaptación sin precedentes. Además del dinero, el asturiano busca la gloria de acercarse a la triple corona: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans. Ya se adjudicó la carrera monegasca y ahora encara el siguiente peldaño.

Tanto es así que, en apenas dos semanas, se ha ganado el respeto de la parrilla. El propio poleman de esta edición, Scott Dixon, ha alertado sobre el potencial del español. «Lo ha hecho increíble y, para ser honesto, creo que puede ganar la carrera. Va a ser uno de los rivales a los que voy a tener que vencer», dijo.

Peligrosidad

El desafío de Fernando Alonso no estará exento de dificultades, incluida la de la peligrosidad añadida que supone esta modalidad deportiva.

Da fe de ello el piloto francés Sébastien Bourdais, que era uno de los favoritos y al que un accidente en la clasificación cuando rodaba a más de 300 kilómetros por hora le envió directamente al quirófano, tras haberse impactado con su vehículo contra el muro, dar varias vueltas de campana e incendiarse por un lateral. Al final, sufre una fractura en la pelvis y otra en la cadera derecha, a pesar de la aparatosidad del suceso.

Más allá de todo esto, será una oportunidad única para que, por medio del piloto asturiano, los seguidores del deporte no especialistas en automovilismo se aproximen a una disciplina que maneja una cifra de negocio mayúscula, pero que también tiene por máximas la simplicidad de acciones en carrera y la cercanía al aficionado, que está a solo unos metros de los pilotos en cada prueba. Una oda a las carreras de coches, tal y como se concebían hacen un siglo.

Negocio «made in USA»

El volumen de negocio generado por las citas estelares del deporte estadounidense es abrumador. El acontecimiento de hoy no solo podría incrementar el salario de Fernando Alonso en más de dos millones de euros si es capaz de ganar, sino que respaldado por una audiencia de más de 600 millones de televidentes, el evento generará unos 300 millones de euros solo en la ciudad que lo alberga.

Unos 400.000 espectadores (que han pagado entre 28 y 3.130 euros por sus entradas para el día grande) poblarán las gradas del Indianápolis Motor Speedway para descubrir en vivo quién se lleva el trofeo Borg-Warner (firma de componentes automovilísticos), valorado en más de tres millones de euros. Y, a poco que el calor apriete, se despacharán 100.000 litros de refrescos, 60.000 litros de cerveza y casi cinco toneladas de carne para hamburguesas. El ganador, sin embargo, no se refrescará con champán, sino que lo hará con leche con denominación de origen, como manda la tradición. Por cierto, Fernando Alonso ha pedido semidesnatada y las casas de apuestas le señalan. Blanco, y en botella.

Algunos de los patrocinadores principales (hay veinticuatro, que aportan anualmente cada uno entre 220.000 euros y un millón) como Coca-Cola, TAG Heuer, Mattel, Firestone y Fuzzy’s lanzarán ediciones especiales limitadas (y más caras, por supuesto) de sus productos bandera.

El factor Alonso

La presencia de Fernando Alonso ha revitalizado, al menos desde el punto de vista del negocio europeo, las cifras de una cita que creía haber alcanzado su tope en el 2016. Él mismo se ha dado cuenta y ha dejado una reflexión marca de la casa: «Es increíble el interés de la Indy 500 en España y Europa en comparación con otros años». Claro que, a su sustituto en Mónaco, Jenson Button lo que le sorprende es el repentino interés de Alonso por la Indy». Que continúe el Gran Circo y que suene por 101.ª vez el «señoras y caballeros, enciendan sus motores».