Sin excusas

Ricardo Hevia EN ZONA

DEPORTES

15 abr 2017 . Actualizado a las 12:24 h.

Al fin consiguió el Breogán un triunfo sin agobios en el Pazo. Borrando de un plumazo al Palma Air Europa y contribuyendo así a una tarde feliz rodeado de miles de seguidores. Qué gran entrada otra vez, qué gran ambiente. Qué cantidad de gente joven. Ojalá sea el preludio de un final feliz. Parece el momento de decir adiós a la mediocridad, a tantos años tímidos. Cuando veo franquicias como Tenerife y las Palmas, hasta dónde han llegado, al mismo tiempo que nuestro Breo iba cada vez a menos gestionado por unos incapaces, siento una envidia profunda. Ojalá estemos a las puertas de un cambio de tendencia.

Para ello hay que seguir ganando y, desgraciadamente, esperando un tropiezo del Retabet Guipúzcoa. El calendario nos lleva hasta Vitoria, allí siempre fuimos a pegarnos con el TAU. De primeros espadas. Mañana iremos de teloneros, así es la vida. Araberri empezó como una moto, fue la gran revelación en el inicio, con el discurrir de la Liga ha ido poco a poco perdiendo importancia y acumulando derrotas. No dará facilidades, como todos, pero la lectura del partido es clara: hay una diferencia abismal entre ambas plantillas y encima el Breogán está viviendo su pico más alto. Pero fuera de casa es todo muy difícil, claro que un ascenso nunca llega de regalo, hay que pelearlo y sufrirlo. A la vez que pienso en la gran ilusión que se vive de nuevo alrededor del Breogán, no me imagino que pueda cortarse en un encuentro como el de mañana. Ganar, repetimos, es la obligación para así volver a disfrutar, siete días más tarde, de un Pazo entregado a este equipo.