Un privilegio

Álex Corretja

DEPORTES

13 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando preparamos la eliminatoria de A Coruña, sabíamos que Suiza tenía un gran jugador joven, una posible futura estrella. Habíamos oído hablar de Federer, pero no le dimos importancia porque al fin y al cabo no nos íbamos a enfrentar contra él.

Dos años después le gané en Roland Garros y ya vi que era muy bueno. De derecha reventaba la pelota, tenía un precioso revés cortado, exhibía esa gran volea y visión y sacaba muy bien hacia cualquier dirección. Te engañaba con su tenis. Pero hasta aquel día no fui consciente de que ese chico iba a ser muy bueno.

Su caso en aquella Davis de 1998, como el de otros grandes jugadores que se pasean todos los años por diferentes clubes de España sin llamar la atención, nos indica la oportunidad que brindan los torneos pequeños, o la presencia de jóvenes como suplentes, como Federer en A Coruña, para ver de cerca a futuros fenómenos. En todos los torneos descubres jugadores prometedores en las pistas más pequeñas.

Recuerdo cuando mi hermano mediano volvió de un viaje a Nueva York en 1990 y nos contó: «Vi jugar en primera ronda a un tío con un saque tremendo, un tal Sampras». Diez días después el tal Sampras, con 19 años recién cumplidos, ganó el US Open y mi hermano lo había visto de cerca, en la pista número 4 de Flushing Meadows, con solo 400 personas mirándolo. A Federer en A Coruña lo detectaron incluso menos. Privilegiados.