Alberto Abalde, el décimo gallego que debuta con la selección española absoluta
23 jul 2016 . Actualizado a las 15:59 h.No fue el mejor partido ni en lo individual ni en lo colectivo, pero el de la selección española de baloncesto del jueves contra Lituania será un choque que el gallego Alberto Abalde, nacido en Ferrol (diciembre de 1995) pero residente desde muy pequeño en Vigo, nunca olvidará: su debut. «Es un sueño cumplido, a lo que aspiras desde niño. Ahora lo que voy a intentar es trabajar para que sea el primero de muchos», comentaba ayer, después de que los problemas físicos de Ribas le permitieran reincorporarse a la concentración tras ser uno de los cuatro descartes.
España cayó ante Lituania (76-78) y Abalde reconoce que no tuvo tiempo de hacer demasiadas cosas, por los pocos minutos de los que dispuso (4) en un partido en el que, además, «el equipo en general no estuvo demasiado bien». Sin embargo, puso todo de su parte. «Intenté estar activo en defensa y buscar opciones, pero está claro que no fue un partido para destacar. Me quedo con que conseguí el debut, que era la gran ilusión que tenía y estoy muy contento». Desde el jueves es el décimo jugador gallego que alcanza la internacionalidad con España, si se incluye a Aller, nacido en Ponferrada pero íntimamente ligado al Oar y a Ferrol.
La consigna era disfrutar
Sabía que ese partido iba a ser el escogido, porque Sergio Scariolo ya se lo había adelantado. «Me había dicho que iba a tener minutos y que los disfrutara. Sabiéndolo antes siempre pasas nervios y hay tensión, sobre todo hasta el momento de salir. Estaba deseando que fuera cuando antes», confiesa. Una vez en la pista, eso sí, se encontró «a gusto» y trató de disfrutar. Tras el encuentro el preparados le felicitó y le comentó que estaba seguro de que era solo el inicio de una prometedora carrera en la selección.
Abalde había comentado cuando entró en la primera lista que lo único que tenía en la cabeza era tener los ojos bien abiertos para aprender lo máximo posible. Ese es a día de hoy otro objetivo cumplido. «Cuando estás entrenando y compitiendo día a día con estrellas internacionales no sabe duda de que te sirve de muchísimo. Estás al lado de los mejores», subraya. A su vez, destaca que son gente cercana y que en todo momento le han hecho sentir como uno más. «El año pasado ya había estado una semana y son muy buena gente. Me siento completamente integrado en el equipo».
Familia de baloncestistas
El escolta gallego, que desde cadete desarrolla su carrera en el Joventut, se siente especialmente satisfecho porque considera que la concentración es «el premio a mucho trabajo y mucho sacrificio». «Nadie te regala nada y es algo que hay que aprovechar, pensando en intentar volver más veces si se puede». Hijo y hermano de baloncestistas, asegura que por parte de Alberto padre y Tamara recibe el mismo consejo que le dio Scariolo: «Que aproveche y disfrute al máximo. Están incluso más emocionados que yo. Desde dentro se vive de una manera diferente».
A sus 20 años, la lesión de Pau Ribas en el tendón de Aquiles le volvió a abrir de las puertas de la selección. «Sabes que estás ahí por si pasa algo y se dio la circunstancia de esa lesión que me da la posibilidad de seguir disfrutando esta experiencia», expresa. En todo caso, y pese a que los Juegos de Río están a la vuelta de la esquina, la posibilidad de acudir está desde su punto de vista descartada. «Queda lejos y tengo mucha gente con galones por delante, así que no creo que estos sean mis Juegos».