Jordi Bargalló: «Siento que dejo huella»

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Jugó el sábado su último partido como verdiblanco después de doce temporadas y ocho títulos

07 jun 2016 . Actualizado a las 17:50 h.

El capitán del Liceo era, hasta el sábado, un coruñés de Sant Sadurní d'Anoia nacido en 1979 y pregonero de las fiestas de María Pita en el 2011. Jordi Bargalló era el buque insignia del club insignia en el palmarés del deporte gallego. Hasta el sábado.

-¿Cómo se encuentra?

-Tranquilo, asimilando tanto cariño recibido desde todos lados. Cuando estás en competición, sabes que son tus últimos partidos, pero te centras en el día a día del deporte. Ahora sí que ya no hay nada más y piensas: «Buff...».

-Da la sensación de que se retira.

-¡Pero para nada, eh! El jueves ya estamos a tope con la selección. Debido a tanta intensidad en la despedida, siento que dejo huella y eso emociona.

-¿Qué le ha dado A Coruña?

-Un montón de cosas. Siempre tuve la ilusión de jugar en el Liceo. La ciudad y el club superaron las expectativas de mis sueños. Vio nacer a mi descendencia. Solo tengo palabras de agradecimiento. Puede sonar cursi, pero fui muy feliz aquí.

-Un tópico: Todos prometen volver.

-Volveré en lo personal. Dejé grandes amigos. En lo deportivo, nunca se sabe. Si me dicen que acabaría en la Liga portuguesa, me parecería extraño. Los caminos deportivos podrían cruzarse otra vez. Cuando cuelgue los patines, seguiré vinculado a este deporte. Ya tengo el carné de entrenador nacional. Pero de momento no me jubiléis, que a ciertas edades uno ya es sensible a estas cosas, je, je...

-¿Qué ha aportado usted?

-Esfuerzo y dedicación. Lo he dado todo. Poco más. No me ha costado nada. Fui egoísta y disfruté al máximo de la ciudad.

-¿Qué Liceo deja?

-El mismo de siempre. Seguirá siendo grande y un referente mundial, tanto si gana como si no.

-El entrenador Carlos Gil dijo: «Ya sufrimos bajas de jugadores que lo eran todo y se volvió a competir». ¿Cómo lo interpreta?

-Es la lectura de un entrenador que seguirá peleando por el Liceo, independientemente de que los jugadores vayan o vengan.

-¿Por qué se va? ¿Por dinero?

-Por eso seguro que no es. Pero tampoco quiero valorar eso ahora, porque ya no estoy dentro y solo asumo versiones amables de lo sucedido. Digamos que llegó la hora de negociar y ninguna de las dos partes fuimos capaces de llegar a un acuerdo.

-¿Le reprocha algo a la directiva?

-Nada.

-¿Comprende la postura del club?

-No entraré en eso. No opinaré.

-¿Ve futuro en la cantera?

-Tampoco creo que deba analizar eso. Desde fuera, creo que lo que tengo que hacer es apoyar al Liceo, porque ahora soy un simpatizante más.

-¿Y encara su propio futuro?

-Apasionadamente y con la ilusión de un niño. Lo más inmediato es la selección española y tenemos un reto importante en el Campeonato de Europa de Portugal. Por mi edad, sé que es de mis últimas convocatorias. Por otra parte, nunca pensé que se me abriría la puerta de la Liga portuguesa, no me veía. Pero el Oliveirense mostró unas ganas enormes y eso me motiva mucho. Se han reforzado bien. En Portugal se practica un hockey más físico. Veremos cómo me adapto.

-¿Cómo se imagina el recibimiento en su regreso a Riazor?

-En el fondo soy del Liceo. Me gustaría que fuese con el mismo cariño que mi despedida, pero no sé cómo será. Pero la verdad es que no me gustaría venir a jugar al Palacio como contrincante. Rezo para que los sorteos no deparen esos cruces.

-¿En qué estado se encuentra el hockey sobre patines?

-Pues en Portugal está adquiriendo otra vez un peso importante en la sociedad. La Liga es muy igualada, los equipos se han reforzado bien y muchos clubes de fútbol punteros tienen sección de hockey, de manera que se trasladan al hockey los derbis del fútbol. En España, sin embargo, la crisis ha hecho mucha mella en los clubes catalanes, por ejemplo y el fútbol absorbe la mayoría de los recursos económicos y la repercusión mediática, de manera que el hockey se arrincona como un deporte cada vez más minoritario. Nosotros intentaremos dar espectáculo para cambiar eso.