Con tan solo 19 años la delantera del Atlético Arousana suma casi 120 tantos en cuatro años en la Segunda División nacional
25 may 2016 . Actualizado a las 09:05 h.No recuerda bien si fueron 28, 32 o una cifra intermedia los goles con los que se estrenó en la Segunda Nacional. Sí que en su segunda temporada en la categoría de plata del fútbol femenino español marcó 23 tantos, y eso tras perderse casi toda la primera vuelta por una grave lesión de rodilla que la mantuvo parada seis meses. La cifra engordó en otros 27 en la campaña siguiente, y hace ocho días Belén Fernández Millán (Bertamiráns, Ames, 3 de agosto de 1996) cerraba con 19 años su cuarto ejercicio en la antesala de la Primera División con 34 dianas en su haber. Una cifra que eleva a casi 120 unidades de gol su producción en un fútbol nacional en el que acaba la temporada como cañonera mayor de entre la batería de gallegas en acción.
Iniciada en el fútbol sala en el Toxiño, un equipo de alumnos de 6 y 7 años del Colegio Peleteiro de Santiago impulsado por un grupo de padres, Belén se pasó con 10 años al Funeraria Apóstol de la capital gallega explotando sus incipientes dotes de goleadora como pivote. A los 14 se decidió a compaginar el fútbol sala con el fútbol en el Portosín. Los 53 goles de su debut en Segunda Autonómica no pasaron desapercibidos a los ojos entrenados de las responsables del Atlético Arousana, uno de los clubes referentes del balompié femenino en Galicia que en sus 22 años de historia ha hecho de la apuesta por promesas adolescentes como Mari Paz su santo y seña, y una de las claves de su longevidad en Segunda. Y para muestra, el botón de Belén, titular desde el primer día en el vestuario vilagarciano a pesar de contar tan solo con 15 años entonces.
«Siempre fui titular en los equipos en los que he estado», recuerda. Una condición en la que tendría mucho que ver su principal cualidad, la que la propia pichichi gallega resalta en primera instancia cuando se le pregunta a qué se debe su facilidad goleadora: «Yo soy muy ambiciosa». Por ello, después de dos campañas en el Atlético Arousana que le valieron para entrar en el radar del cuerpo técnico de las selecciones españolas de formación -acudió a concentraciones con la sub-16, sub-17 y sub-19-, Belén no dudó en fichar por el Villestro cuando el cuadro vilagarciano descendió a Primera Autonómica para continuar en Segunda Nacional, ni de deshacer el camino el pasado verano tras firmar el Arousana su regreso exprés al fútbol nacional.
Emulando a Cristiano
Claro que, siendo importante, la ambición no basta para alcanzar los números de Belén. «Siempre quiero tener la pelota. Busco cualquier forma de tener el balón, y tiro desde cualquier parte del campo», explica. «Me gusta sobre todo pegarle desde fuera del área», añade. «Hacer la típica jugada de Cristiano -Ronaldo-, arrancar desde la banda, e irme hacia dentro para disparar desde el borde del área. Me gusta ir a recibir el balón al centro del campo, y jugar de espaldas». Y para ello ha explotado su capacidad de crecimiento desde el sacrificio. «A raíz de la lesión de rodilla -se rompió el ligamento cruzado de la derecha-, por miedo empecé a jugar con la izquierda, y ahora le doy con las dos piernas».
Con Raúl, Thiago Alcántara y Torres en su orden de preferencias, y la extremo del Barça Alexia como referente en el fútbol femenino, Belén comenta que «me gustaría jugar en Primera», si bien ahora «no es algo por lo que muera»; y tiene claro que de no llegarle una oferta de superior categoría «me quedaré en el Arousana, porque estoy muy contenta con el equipo y el ambiente».
De ser este último de nuevo su destino no parece mal lugar para que Belén siga creciendo. Con un entrenador, Nando González, que sabe de la suerte de contar con «unha xogadora que cada ocasión que ten a mete por dentro», pero también las aristas que aún necesita pulir: «Pode mellorar a súa asociación co equipo para recibir máis balóns nas zonas de finalización», y también «é moi impulsiva, e debe centrarse máis no partido e menos nas cousas que o rodean».