El abuelo gallego con más récords

Ignacio Meitín Buján
i. meitín buján VIVEIRO / LA VOZ

DEPORTES

CÉSAR TOIMIL

José Rioseco, de 74 años, suma una plusmarca nacional a sus siete autonómicas

02 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Me coges en el coche, vengo de correr 11 kilómetros por el pinar de San Jorge y ahora me voy un rato al gimnasio (...) Desde que me jubilé a los 70 procuro correr un poco todos los días. Solo descanso si voy de viaje o tengo alguna molestia física, que pueden ser cuatro o cinco días al año». Quien habla es un jubilado con salud de hierro. El abuelo gallego con más récords. Se llama José Vicente Rioseco (Ferrol, 1941), dentro de dos meses soplará 75 velas y desde el pasado domingo es el flamante plusmarquista español de los 800 metros lisos. «Sabía que no era fácil y salí a por todas. Conseguí rebajarlo en un segundo y tres décimas», cuenta apenas 48 horas después de volar sobre el tartán de Riazor con ocasión del campeonato gallego de veteranos. La marca que presentó fue de 2 minutos, 40 segundos y 37 décimas. «Está bien, es una buena marca, pero me marché con la sensación de que pude hacerlo mejor. En los metros finales eché de menos compañía y quizás me deje ir un poco», añade.

Lo de pulverizar récords lo tiene casi por rutina desde que hace aproximadamente un lustro se le acentuó la vena aventurera y decidió enrolarse en las filas del Club Deportivo Egovarros de Viveiro, un equipo «familiar». «Son gente estupenda», afirma. Ostenta las plusmarcas autonómicas de 100, 200, 400, 800, 1.500 y 3.000 metros lisos, así como la de la Milla Urbana que estableció en Sada hace un año. Su palmarés es envidiable pero no saca pecho. Corre por pasión y bienestar. «Me aporta alegría, felicidad, libertad, sensación de espacio, tranquilidad...», razona. «Y también, por supuesto, para dar ejemplo a mis cuatro hijos», recalca.

Líder entre los inoxidables atletas gallegos de la categoría máster-70, que va desde los 70 hasta los 75 años, José Rioseco confirma que no hay secretos para llegar en forma a la tercera edad. «Lo imprescindible es tener suerte. A estas edades ya se sabe...», indica. Y no tiene reparos en descubrir su receta: «Mucha lechuga, mucho salmón, mucho tomate... y un poco de vino o alguna cervecita de vez de cuando. Lo más importante es no exceder», recomienda con el poder que le otorgan los más de 40 años como profesional de la medicina que intentó compaginar con su desatada pasión por el deporte en general y por la natación en particular.

«Fundé el CN Ferrol y después el Marina Ferrol. Es algo de lo que me siento bastante orgulloso porque conseguimos formar muy buenos nadadores, algunos olímpicos como Javier Gómez Noya», subraya. Con el afamado y laureado triatleta le une una buena amistad. «Yo entrené a su padre y recuerdo que un día estábamos en el pinar de San Jorge y vino él con dos chiquillos en bici y me dijo: ?me gustaría que mi hijo hiciera natación?. La primera vez en la piscina ya vi en Javier algo distinto al resto», cuenta. Y añade: «Pero quien lo entrenó y le hizo de verdad un campeón fue mi hijo José Ángel que ahora es presidente y entrenador del CN Santiago».

José Rioseco se estremece cuando echa la vista atrás -«quién me diera tener 20 años»- y no pierde ni un ápice de vitalidad cuando toca hablar del futuro. «Correría toda la vida, hasta morir. Es un placer y me lo paso muy bien», sentenció el abuelo más laureado del atletismo gallego.