Desde Marisa García Pena a la irrupción de Lidia Parada, las gallegas acumulan 19 títulos de campeonas de España
14 dic 2015 . Actualizado a las 18:12 h.Hubo un tiempo, entre 1963 y 1976 que el campeonato de España femenino de jabalina no conocía una ganadora que no fuera gallega salvo en 1973. El primer lustro estuvo dominado por Marisa García Pena y los ocho años siguientes por María José Fernández. El testigo de la estirpe de lanzadoras con denominación de origen lo recogió, 20 años después, entre 1998 y el 2002, Marta Míguez, y ahora es Lidia Parada, nombrada la pasada semana mejor atleta sub-23 del año en España después de ganar el nacional absoluta y ser sexta de Europa de su edad, quien vuelve a poner a la jabalina gallega en lo más alto. Confirmando que la historia del deporte es cíclica. En total, y por el momento, 19 títulos.
Los tiempos de oro de la jabalina gallega comenzaron en 1963 en el estadio de Montjuïc con un lanzamiento de 31,86 metros que le reportó a Marisa García Pena su primer campeonato de España. Cetro que renovó de un modo consecutivo mejorando el lanzamiento los tres años siguientes hasta superar los 40 metros en 1966 (40,82 metros). Un año después despidió su reinado con una marcha atrás de cuatro metros. «É a mellor multideportista viguesa da historia», asegura Óscar Fernández, un estudioso del atletismo y director técnico de la Federación Galega de Atletismo en Vigo. Porque Marisa, marcada por un carácter introvertido al límite, fue campeona también de disco, y jabalina y a mayores jugadora de primer nivel de balonmano. Tanto, que acabó sus días deportivos jugando en un equipo alemán. En la actualidad, fruto de su carácter, ha decidido pasar al anonimato lejos de Galicia. Nadie sabe del paradero de quien fue 15 veces campeona de España en diferentes modalidades.
María José Fernández
Otra gallega, María José Fernández, recogió el testigo. Fue en 1968 y con una estratosférica marca para la época. Porque su primer título llegó con un lanzamiento de 46,48 metros que solo mejoró en un campeonato de España dos años después cuando firmó su mejor registro en una cita oficial: 47,92 metros. Su reinado fue incontestable desde el 68 hasta el 76, cuando un lanzamiento de 41,56 metros le dio su noveno entorchado. Solo en el 73 Rosa María Fernández interrumpió de un modo momentáneo su reinado.
María José Fernández, que formó parte de la época gloriosa del Celta de atletismo, batió el récord de España en siete ocasiones, estableciendo su mejor registro en 1979, cuando lanzó el dardo hasta los 52,36 metros en Barcelona. Además, fue también campeona de España de disco en tres ocasiones: 1968, 70 y 71. De hecho, cuentan quienes la vieron competir que era en el disco en donde marcaba las grandes diferencias, pero la jabalina siempre fue su preferida. Desde que empotró una escoba en una caja de cartón ante los ojos de Antonio Fernández, su entrenador de toda la vida.
María José, igual que Marisa, ha sido sin duda unas de las figuras históricas del atletismo femenino gallego de todos los tiempos. . «Pódese dicir que foi a súa sucesora. Foi a que colleu o relevo e tamén o fixo en varias frontes do atletismo», comenta Óscar, que considera a ambas como las mejores atletas gallegas de toda la historia.
Las medallas en color
La jabalina gallega quedó estancada durante 20 años hasta que llegó Marta Míguez Telle en una época en donde otra ourensana, Inma Nespereira, también comenzaba a dejarse ver. La lanzadora de Cortegada le puso el color a los éxitos de la jabalina gallega. Sus triunfos están en la memoria reciente del atletismo galaico, porque se hizo con los títulos entre 1998 y el 2002. Marta estrenó su reinado con un registro ganador de 54,30 metros y alcanzó su mejor marca en un campeonato de España en el 2001 cuando envió el dardo a 59,43 metros. Estuvo en los Juegos Olímpicos de Sídney y cosechó dos bronces en competiciones como los Juegos del Mediterráneo y los Iberoamericanos.
La ourensana fue el último puente hasta la irrupción de Lidia Parada, que en un 2015 mágico se convierte en la gran esperanza para dar continuidad a la saga. La barbanzana se ha colgado el oro absoluto este curso siendo promesa al lanzar el dardo a 59,03 metros, la mejor marca del campeonato en el último lustro. Fue además sexta en el Europeo Sub-23 y tiene el récord español de la disciplina en su categoría. Lidia pasa por ser una excelente competidora, tenaz en el trabajo y con una buena técnica. Un producto acabado y un rayo de esperanza para otro reinado de largo recorrido.