La eliminación del plomo supondría una discriminación de los cazadores gallegos con respecto a sus colegas españoles y europeos, pues hasta en países mucho más comprometidos con la protección medioambiental -como Noruega o Finlandia- se permite su uso. Así nos encontraríamos con que Galicia sería la única región de la Unión Europea en la que se prohibiría el uso de este metal en la munición de caza sin ser un humedal la mayor parte de su territorio.
Tanto la Federación Galega de Caza como otras entidades vinculadas a la actividad cinegética se han reunido días atrás con representantes de todos los grupos parlamentarios para trasladarles la inquietud que les suscita a los cazadores gallegos la posibilidad de que se prohíba la caza con munición de plomo fuera de los humedales (en los que ya está vetada, lógicamente, para evitar el plumbismo en las aves acuáticas), y pedirles que defiendan la petición de una moratoria de cinco años para completar los estudios relativos a los efectos del plomo en el medio ambiente. Sin embargo, el 12 de septiembre, coincidiendo con el revuelo que generó la noticia de la proposición presentada por el BNG, se presentaba para Galicia el perdigón libre de plomo por parte de la empresa Azor Ambiental, proyecto que iniciado años atrás por la Federación Española de Caza y que, finalmente, fue abandonado. Desde entonces, partidarios y detractores del uso de esta munición lanzan continuos comunicados y algunos nos preguntamos el por qué de tanto revuelo.