Grecia, invicta, pone a prueba a una selección española excesivamente dependiente de Gasol
15 sep 2015 . Actualizado a las 15:50 h.Grecia en el camino. La nueva Grecia, un equipo cuyo último podio europeo data ya del 2009, pero con el que Fotsis Katsikaris ha cimentado un grupo sólido, tan peligroso y combativo como siempre, pero con el sello de calidad del imprevisible y genial Vassilis Spanoulis, al que ni siquiera han necesitado a un excelso nivel para llegar a los cuartos de final invicta. Un rival que exigirá la mejor versión de una España dubitativa, pero capaz aún de infundir el respeto ya la admiración de un brillante palmarés. La cita, a las 18.30 horas (Cuatro); el premio, la semifinal del Europeo con Francia, que se enfrenta a Eslovenia a las 21.00 horas, en el horizonte.
Tanto pesa la primera semana de competición del Europeo que Grecia y España, rivales hoy en los cuartos de final, parecen haber intercambiado sus papeles. Los griegos se han ganado de forma justa el ser uno de los candidatos a la semifinal, en la misma proporción en que han mermado las del equipo de Scariolo.
España sigue siendo una incógnita, un mar de dudas, más por la imagen que por los resultados -al fin y al cabo acumula dos derrotas, frente a Serbia e Italia, y cuatro triunfos, tres de ellos consecutivos- , pero que todavía tiene un enorme peso en el concierto internacional. Y con Pau Gasol, la indiscutible estrella del Eurobasket. Si los problemas físicos del pívot de los Bulls le permite estar a su nivel y encuentra la compañía de jugadores que hasta el momento han estado irregulares -el Chacho, Llull o Rudy, si sus molestias de espalda le permiten echar una mano-, España será un rival temible para Grecia, por más que los griegos hayan ganado sus seis partidos.
Son tantas las cuentas pendientes entre uno y otro equipo que pesa más la necesidad de ganar para optar con más seguridad a los Juegos de Río 2016 -los dos finalistas tienen plaza directa, del tercero al séptimo acudirán al Preolímpico- que un pasado repleto de grandes momentos. España ha ganado a Grecia 22 de los 39 encuentros en los que se han visto las caras. El último precedente se produjo en el Europeo del 2013, con triunfo para los griegos (79-75); España había derrotado a los griegos en las seis citas anteriores, incluida la que protagonizaron el 3 de septiembre del 2006, en la final del Mundial de Japón, sin duda el momento más brillante del baloncesto español. De entonces, aún sobreviven en el equipo español Pau Gasol (ausente aquel día por lesión), Rudy, Felipe Reyes y el Chacho; Spanoulis, por parte griega.
Nada del pasado más reciente sirve ante el duelo de esta tarde, entre otras cosas porque tampoco estará Juan Carlos Navarro, el habitual ejecutar de los griegos, la bomba que tanta veces desactivó el ímpetu heleno. Katsikaris ha conseguido dar cohesión a un grupo en el que sobresale su juego exterior, la abundancia de bases y aleros - Spanoulis, Sloukas, Calathes, Zisis, Papanikolau y Perperoglou- con experiencia y juego. Más justo en el interior, donde Koufus sí está rindiendo a gran nivel, y el jovencísimo Antyekounmpo, un ala-pívot de 20 años y 2,11 que juega en los Bucks de la NBA. Bourousis ha aparecido en los octavos de final. Con una amplia rotación, Grecia supera a España en nivel defensivo (ha encajado 66,1 puntos por partido) y en el porcentaje de tiros de dos (57,6 % por 55,9 %). España anota más (88 por 77), captura más rebotes (36,3 por 35,5) y acierta más desde la línea de tres (37,8 % por 36,4). Pero, sobre todo, tiene al mejor Pau Gasol que se recuerda, al máximo anotador y jugador más valioso del Europeo, a un pívot capaz de destrozar con 6 triples a Polonia o de alcanzar 48 de valoración. Eso sí, hoy necesitará de mucha ayuda.