Una tras otra. Sin mediar día de sesteo. Sin fallo. Tenemos una situación desconocida. España debe ganar desde hoy hasta el día 20 si quiere regresar con el oro. Un vida o muerte, tal vez demasiado largo. Como competir en un Grand Slam. Rafa Nadal podría dar unas clases de preparación.
Y todo empieza hoy frente a Alemania. Pau Gasol o Dirk Nowitzki para casa. Así. A las primeras de cambio. Sin tiempo a recuperar frenazos. Es lo que tiene el nuevo sistema de competición, que me parece más atractivo. Antes, durante la primera fase, muchos bostezaban o jugaban al gato y el ratón para elegir caminos...
Pero vayamos al lío. Siento haber acertado frente a Italia. Era su todo o nada. Y les salió cara. Ayer, de paso, pusieron contra las cuerdas a los anfitriones. Una Alemania troppo dependiente del dúo Dennis Schoeder-Dirk Nowitzki. Ambos suman más del 50 % de los puntos germanos. Los dos asumen todos los galones y el peso del equipo.
Lo del base de Atlanta Hawks es digno de mención. Una progresión meteórica. Hace apenas cuatro años era un base «con perspectivas» a nivel júnior. Y en lo que ha finalizado... Es digno sucesor del mejor teutón de la historia. Tienen un papelón. Se la juegan delante de sus paisanos frente a España.
Tiremos de hemeroteca. Un partido así lo vimos en el Campeonato del Mundo de Indianápolis en el 2002. Y la verdad, es que nos fue mal. Ya de aquella Robin y Batman eran los pilares de nuestra amada selección. Pero hoy falta Robin. ¿Lo hemos notado en falta? Yo creo que sí. Por lo mucho que transmite Juan Carlos Navarro.
Desde este momento nadie puede esconderse. Excesiva me parece la dependencia de Pau. Mucho más por aportar desde otras posiciones. No se han mostrado los roles definitivos del equipo. Y eso no es un buen síntoma. Veamos el vaso medio lleno. Hoy comienza Roland Garros. Luego vendrá el resto. A por ellos.
Alberto Blanco es entrenador ayudante de Marcelo Nicola en el Lietuvos Rytas