Será raro ver al Real Madrid sin Iker, como antes lo fue cuando se marcharon otros jugadores emblemáticos de un modo similar. O como cuando se fue Valerón del Deportivo, quién se lo iba a imaginar... La información (de calidad y mala) es cada vez mayor y tiene un efecto de agrandamiento de situaciones como la que ha vivido Iker que no es nada sano. Es una pena que nombres como el suyo puedan verse manchados por cuestiones extrafutbolísticas. A todos nos gustaría que la despedida fuese como la de Gerrard en el Liverpool, pero el fútbol tiende a ser cada vez más negocio y menos humano, aunque eso no sucede solo en el Real Madrid, sino en todos los clubes. Tengo claro que Iker merecía una despedida de su afición.
Esperemos que este tipo de situaciones sean solo ejemplos puntuales en el caso de Iker Casillas y su relación con el Real Madrid y que no tengamos que acostumbrarnos a que los jugadores emblemáticos de un club tengan que marcharse prematuramente porque su relación con la entidad que les ha visto crecer se ha ido deteriorando con el paso del tiempo. A todos los futbolistas nos gusta salir bien del club en el que tienes el corazón depositado. Los jugadores, a veces, también tenemos que entender los intereses que mueven determinadas situaciones y en los que algunas partes poco tienen que ver.
No entro a valorar lo que haya podido suceder con Iker porque me faltan datos, pero hablo del pasado, de lo que ha dado en su carrera, para que su despedida hubiese sido la que se merece.