Y el portero se quedó sin aliento

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

Álvaro Ballesteros

El meta del Barco Alberto Conde es asmático y su inhalador no funcionó; por lo que sufrió una crisis respiratoria a causa del calor que había en Negreira

09 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Centro de Deportes Barco completó una brillante temporada con su ascenso a Tercera División, tras más de dos décadas alejado de la competición nacional. Tras el festejo, el domingo en el García Calvo de Negreira, se llevaron un susto, a los 25 minutos del duelo de campeones de la Preferente, debido a la repentina insuficiencia respiratoria de su portero, Alberto Conde Rey (Córgomo-Vilamartín, 1995).

Para el joven futbolista también fue una sorpresa. «Soy asmático, pero eso nunca me ha causado ningún problema para practicar deporte. Utilizo un inhalador en el vestuario, antes de los partidos, pero el domingo me di cuenta de que no funcionaba y, aunque no le di mayor importancia, a mitad el primer tiempo el calor era sofocante y no podía respirar, así que me asusté un poco y pedí el cambio».

La asistencia al jugador fue rápida y eficaz. Su padre estaba presente en Negreira y pudo dar cuenta de su historial médico, de forma que el jugador acabó recobrando el aliento. Los sanitarios consiguieron que volviera a respirar después de llevarlo a una sombra. «Fue poco tiempo, pero estaba agobiado y, como nunca me había pasado nada así, me puse algo nervioso».

El joven guardameta se formó en la cantera del Club Deportivo Rúa y la recién finalizada fue su primera campaña en el vecino conjunto barquense, en el que solía ser el suplente del más experimentado Marcos Macía. Su entrenador, Javi Rey, premió su trabajo de todo el año concediéndole la titularidad en los dos enfrentamientos entre vencedores de las ligas Norte y Sur.

Su ilusión por volver a jugar en la vuelta lo llevó a omitir lo que había sucedido con el dispensador de su medicamento. «Sinceramente, pensé que no tendría consecuencias, pero se juntó todo, porque ya venía un poco fastidiado. La noche anterior tuve que ir al médico, porque estaba un poco constipado y con mucho moco, así que eso tampoco ayudó. Puede que la próxima vez tenga más cuidado, porque el susto ya me lo llevé».

De hecho, el joven Alberto le ha dado un buen rendimiento al cuadro técnico de la entidad valdeorresa a lo largo del curso y su enfermedad crónica no ha sido impedimento para que progresara de modo adecuado en su estreno en la competición autonómica. Es un nuevo ánimo para el cancerbero, que valora sus opciones de volver a subir otro peldaño a Tercera División.

«Estoy satisfecho con la temporada y, aunque solo jugué cinco partidos, estoy contento porque no encajé muchos goles y estuve muy a gusto en este club», admite el mismo Conde Rey, al mismo tiempo que apunta hacia las alternativas que se le presentan. Si bien le seduce la posibilidad de dar el salto, también contempla la de buscar más minutos bajo palos en otro club. Lo que sí tiene claro es que, de todos modos, seguirá disfrutando de su pasión balompédica, porque su dolencia está controlada y todavía le queda mucha cuerda en los campos de fútbol.