Dos equipos que dejan dudas

DEPORTES

06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Terminó el primer partido de semifinales de la Champions y es difícil precisar cuál era el plan de ruta del Real Madrid en Turín. Ni presionó con convicción, ni manejó el balón con criterio. Ni supo esperar, ni encontró la manera de atacar. Aun así, pudo llevarse una victoria porque las dos únicas veces que pisó el área italiana con una idea ganó la línea de fondo y desarmó la contención blanquinegra. Una acabó en el gol de Ronaldo, la otra en un cabezazo al larguero de James Rodríguez al filo de descanso. Demasiado poco bagaje, aunque casi le basta para no perder.

No es que la Juventus se mostrase mucho más incisiva. Pero sí se le vieron señas de identidad, las que mejor definen al fútbol italiano. Si acaso, con algo más de gusto por combinar y no rifar. Mantiene muy presente ese juego que penaliza los errores como ningún otro. Olfatea la debilidad y, a poco que puede, golpea. El primer tanto es una sucesión de despropósitos madridistas en la contención. El segundo, un contragolpe imperdonable, que nace en un chut de Marcelo al borde del área rival. Y eso a pesar de que Ancelotti volvió a apostar por Sergio Ramos como medio centro. Horroroso el repliegue.

Lo curioso de este primer partido de ida, y también lo preocupante, es que los dos colectivos dejaron dudas. La Juventus ganó el primer asalto sin alardes. En el Real Madrid queda la sensación de que Ancelotti está permanentemente abocado a recolocar las piezas sin dar con la tecla. Lo consiguió allá por el mes de noviembre y diciembre, cuando el grupo estaba fresco y la lesión de Bale le permitió juntar a Modric, Isco, James y Kroos en el centro del campo. A partir de ahí no ha vuelto cuadrar el once. El equipo ni ataca bien ni defiende bien, pero incluso en ese escenario tiene pegada y va resistiendo.

Al Real Madrid le queda el capítulo del Bernabéu para remontar y, a pesar de que no se le ve un modelo estable, está ante una oportunidad de oro para volver a la final de la Champions.