La junta directiva de la federación asegura que apoya el Real Decreto que permita la venta conjunta de los derechos televisivos
08 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la Federación Española de Fútbol parece decidido a dar marcha atrás en la pugna que mantiene con la Liga de Fútbol Profesional. El fuego cruzado que ha caracterizado la relación entre Ángel María Villar y Javier Tebas parece reducir su intensidad tras la aparente tregua sellada ayer entre ambas partes. La búsqueda del bien común del deporte rey si prospera la venta conjunta de los derechos de televisión permitió dar un paso al frente a la federación española, ausente hasta ahora en las reuniones entre el mundo del fútbol y el Gobierno con la polémica audiovisual como telón de fondo. El presidente de la federación también había eludido participar en las reuniones para intensificar la lucha contra la violencia en el fútbol.
Villar preparó una junta directiva de la federación para buscar apoyos con los que responder a la Liga de Fútbol Profesional, muy molesta por las zancadillas para aprobar el acuerdo televisivo. Ayer, la junta mostró una aparente adhesión a Villar, aunque lo realmente importante es que se ha unido a la la petición de apremia al Gobierno para que saque cuanto antes el Real Decreto que regularice y comercialice de forma conjunta y solidaria los derechos audiovisuales de los clubes españoles Así lo manifiesta en un comunicado redactado tras la reunión de ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y que, en este aspecto, es lo que buscaba la LFP.
La junta directiva acordó «ratificar la unidad del fútbol español» y ofrecer «apoyo incondicional» a la promulgación con «carácter urgente» de dicho Real Decreto, un juicio de intenciones que debe sostenerse ahora en algo más que palabras. Se estima que el nuevo reparto podría aumentar la recaudación anual en unos 300 millones, reduzca en parte las enormes desigualdades entre Real Madrid, Barcelona y el resto y permita competir mejor con otros campeonatos, como el inglés, que acaba de firmar un contrato de unos 2.300 millones de euros al año.
Un sorprendente e inesperado giro desde la federación después del órdago de Javier Tebas y los clubes de la Liga de Fútbol Profesional, que el 30 de marzo acordaron que «no se sienten representados» por Ángel María Villar, y aseguraron que podrían dejar los puestos que ocupan en los diferentes órganos federativos. Está había sido la reacción a la ausencia injustificada de Villar de una reunión con el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, para tratar sobre los derechos televisivos.
En el comunicado de tres puntos emitido ayer, la federación también hizo público el «apoyo incondicional» de la patronal de clubes -la LFP- a las reivindicaciones del fútbol aficionado. Durante los pasados meses de febrero y marzo, se suspendieron unos 15.000 partidos de fútbol aficionado, como consecuencia de los paros efectuados n de los clubes de dar de alta en la Seguridad Social a todas las personas a las que abonen alguna remuneración económica. La junta directiva también informa que sus miembros acordaron respaldar las actuaciones de su presidente, Ángel Villar.