Edu salva al Pontevedra de la quema

manuel blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

RAMON LEIRO

El guardameta paró dos penaltis en diez minutos ante el Rápido de Bouzas que permitió salvar el empate y mantener el liderazgo de Tercera

08 dic 2014 . Actualizado a las 17:28 h.

Un punto y de milagro. La prodigiosa actuación de Edu permitió ayer al Pontevedra salvar el empate ante el Rápido de Bouzas en un partido en el que los de Luisito solo mostraron buenas sensaciones en la primera mitad. El guardameta paró dos penaltis consecutivos en la segunda parte, cuando más apretaban los vigueses y se convirtió sin lugar a dudas en el héroe de la tarde. El punto cosechado permite a los granates acumular otra jornada sin morder el polvo, la décima, y conservar el liderato de Tercera, si bien sus inmediatos perseguidores, el Cerceda y el sorprendente Sanxenxo, están ya a solo dos puntos.

El duelo arrancó con los granates enchufados. La manija del partido era de los de Luisito, que pisaban área con frecuencia. El caso es que en la primera que se acercaron los vigueses llegó el primero de la tarde para el Pontevedra. Un rechace de la defensa local lo cogió a la carrera Jorge Rodríguez en medio campo. El delantero se midió en velocidad con un Yago que apura sus últimos días en el fútbol con el Bouzas y la jugada le salió redonda al ariete local. Ganó la batida, se plantó solo en el lateral del área y sirvió magistralmente para que Pablo Carnero demostrase templanza y calidad para lograr el primero de la tarde. Corría el minuto nueve y la cosa pintaba bien.

El esprint en cuestión acabó con el ex de Celta y Oviedo lesionado y fuera del partido. Una anécdota de no ser porque apenas unos minutos después, Capi se dejó la nariz en un lance del juego que le obligó a marcharse del partido. No había pasado ni media hora y cada equipo se dejaba un central en el camino.

Tras el gol, el Rápido se afanó en estirarse con más deseo que acierto. Los vigueses son un equipo edificado atrás, sólido, cómodo al contraataque, pero que sufre si tiene que construir. Sus intentos de alarmar a la parroquia granate apenas inquietaron a Edu.

De hecho, fueron los locales quienes tuvieron las ocasiones más claras hasta el descanso. En el minuto 25, Jorge Rodríguez volvió a demostrar que es un futbolista muy aseado, que quizás no brilla en ninguna faceta especialmente pero que hace muchas cosas bien. Tras una nueva recuperación de los de Luisito, volvió a ponerle otro balón a Carnero en el área. El centro, más escorado que el del primer tanto, se fue por un lateral.

Ocho minutos más tarde fue Tubo quien la tuvo en sus botas. El extremo del Pontevedra protagonizó una jugada de dibujos en la que sentó a varios rivales tras una sucesión de regates. Ocurre que, una vez en el área, el remate, la suerte definitiva de este deporte, le fue esquiva. De haber acabado en gol, sería sin duda uno de los tantos de la temporada.

El paso por los vestuarios se le indigestó al líder de Tercera. Y eso que Carnero abrió el fuego intentando recoger el testigo de Tubo para lograr el gol del año. Tras un saque de banda, el delantero, que atesora calidad por arrobas, le tiró un sombrero a un defensa del Bouzas y estrelló el balón en el larguero tras un acrobático remate.

La hora de Edu

Llegaron entonces los instantes decisivos del encuentro. Una controvertida decisión del árbitro en el minuto 53 pudo haber cambiado definitivamente el rumbo del partido. El colegiado Héctor Castiñeira señaló penalti de Pedro García sobre Tomás a instancias del linier en una disputa dentro del área en la que el defensa local tocó claramente el balón. Cualquiera diría que la justicia poética hizo de las suyas, porque en el lanzamiento de la pena máxima un brillante Edu blocó el disparo de Chema.

La polémica, en todo caso, no le sentó demasiado bien a los de Luisito, que entraron en una fase de imprecisiones que aprovechó el Bouzas para estirarse. De esos minutos arrancaron los vigueses un nuevo penalti en el que Tomás, esta vez sí, pareció claramente arrollado por los dos centrales del Pontevedra. El delantero visitante lanzó desde los nueve metros y Edu volvió a obrar el milagro. La afición granate, en pura lógica, coreaba su nombre.

El Pontevedra seguía en estado de shock. Apenas lograba trenzar cuatro pases seguidos y eran los de Jorge Otero quienes se sentían más a gusto sobre el césped. A la tercera fue la vencida y en el minuto 69 Tomás igualó la contienda con un remate en plancha dentro del área inaccesible para el portero granate. La tuvo incluso Jacobo en el 81 para saltar la banca pero de nuevo un Edu providencial mantuvo el pulso de los locales, que, eso sí, siguen líderes y acumulan diez jornadas sin conocer la derrota.

Goles: 1-0 min 9: Carnero. 1-1 min.69: Tomás.

Árbitro: Héctor Castiñeira (A Coruña). Muy protestado. Amonestó a David Feito, Pedro García y Mouriño por los locales.

Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón, ante unos 1.500 espectadores. Los jugadores de ambos equipos saltaron al campo con una pancarta que rezaba «No a la violencia en el fútbol».

Edu, Adrián, David Feito, Pablo, Capi (Pedro García, min. 21), Kevin Presa (Anxo, min. 70), Tubo, Jorge Rodríguez, Pablo Carnero, Mouriño y Jacobo (Tomás, min. 64).

Sergio Ríos, Portas, García, Yago (Pablo, minuto 10), Castro, Chema, Yahve (Jacobo, minuto 62), Iago Paz, Tomás, Diz (Gabi Misa, minuto 79) y Miky.