El calor, la humedad y el desgaste de duelos parejos resueltos en la prórroga desfondan a los equipos
03 jul 2014 . Actualizado a las 12:32 h.El Mundial de Brasil, inmenso como un continente, se juega con el corazón en la boca. Un pálpito, a medida que se acelera el pulso, insoportable. El campeonato ha llevado a la mayoría de las selecciones a un desgaste físico muy superior al habitual. El calor de la mayoría de las sedes, el horario de los partidos, con los octavos de final programados a la una y a las cinco de la tarde, la humedad, la propia igualdad del campeonato y el desenlace en prórrogas que exigen un esfuerzo aún mayor del habitual han ido creando un cóctel que gestionan ahora los ocho supervivientes. No hubo comparsas ni victorias al trote. Los entrenadores aumentan su coordinación con preparadores físicos, médicos y fisioterapeutas.
La planificación
Partidos en las horas de mayor calor
Tras una primera fase con disparidad de horarios, los octavos del Mundial se jugaron a la una y a las cinco de la tarde. Después del mediodía se genera la mayor sensación de calor por altas temperaturas, por encima de los treinta grados, y humedad superior al 95 %. México, con un clima más parecido al brasileño que otras selecciones, asumió las condiciones como una ventaja más. «La mejor arma que tenemos es el estado físico que tiene el equipo. Ojalá que haya mucho sol, será la una de la tarde, esperemos matarlos físicamente», espetó el seleccionador tricolor, Piojo Herrera, consciente del poco hábito de los holandeses a esas condiciones.
Media hora extra
Brasil, Costa Rica, Alemania, Argentina y Bélgica llegan tras duelos de 120 minutos
Las imágenes de Slimani y Halliche acalambrados, tendidos sobre el césped a cada rato, representan el desgaste que supone la prórroga en partidos de alta intensidad. Argelia cayó ante Alemania tras un duelo que empezó a las cinco de la tarde en Porto Alegre. Y el alemán Schweinsteiger no llegó ni a terminar el partido en el campo también por calambres. En total, cinco de los ocho cuartofinalistas llegan a la antepenúltima ronda después de ese esfuerzo extra de la prórroga en octavos, Alemania, Brasil, Argentina, Bélgica y Costa Rica. Esta última eliminó a Grecia pese a jugar en inferioridad desde el minuto 66 por la expulsión de Óscar Duarte. Llegó a la tanda decisiva fundida, pero metió los cinco penaltis. Algo renqueante, Messi, rodado en mil y una batallas, admite la singularidad del esfuerzo en poco tiempo con muchos partidos y en un clima asfixiante: «No me duele nada, tengo cansancio nada más por jugar tantos minutos y por el calor».
Pausas para hidratarse
Una novedad aplaudida
Primero fue el partido Estados Unidos-Portugal, y luego el Holanda-México. La pausa para hidratarse se aplicó por la normativa de la FIFA y reforzada por un mandato de un juzgado laboral de Brasilia. Pasada la media hora de juego, el partido se detiene cinco minutos para que los jugadores se refresquen en la banda.
Planificación de sesiones
El médico de la «canarinha» recomienda menos entrenamientos
El desgaste de las selecciones altera su planificación. El médico de Brasil, José Luiz Runco, redujo a una sesión la preparación del partido de cuartos antes de viajar a Fortaleza para enfrentarse a Colombia. «Necesito que mi equipo pueda jugar, no que entrene. Los futbolistas necesitan descansar. Jugaron 120 minutos a la una de la tarde, en un partido que supuso un desgaste muy grande, tanto físico como emocional», razona Runco tras el duelo ante Chile que terminó con la clasificación local en la tanda de penaltis.
El caso de Varane
Segunda ingreso hospitalario por sus problemas físicos
Varane ya pasó dos noches del Mundial en el hospital. El central francés de 21 años, ya debilitado por la gastroenteritis de la semana pasada, sufrió un episodio de deshidratación tras el partido del lunes ante Nigeria. Según O Globo, sufrió los primeros síntomas en el avión desde Brasilia hasta Ribeirao Preto. Una gastroenteritis ya le había impedido jugar ante Ecuador.
El futuro
El problema del calor de Catar, aún sin resolver de cara al 2022
El Mundial de Catar 2022 sigue sin fechas. No se celebrará en enero y febrero para no coincidir con los Juegos de Invierno. En verano, el país alcanza temperaturas próximas a los 50 grados. Una patata... caliente.