Quizá, porque los años pasan para todos. Son varios los aficionados veteranos que se confiesan cansados -sobre todo en estos días- del deporte (?) llamado fútbol y, del que dicen, fue derivando hasta convertirse en negocio para algunos que, inesperadamente, aparecieron por los estadios poco menos que repartiendo consejos. Siguieron hasta un final y hubo que echarlos antes de que se llevaran los marcos de las puertas. Ahora, incluso hay que colocar un tejado para guarecerse del temporal que llegará, tal como sucede en los inviernos?
Pero íbamos a hablar del fútbol que está por llegar porque aquí no sucede como en los Mundiales que llegan, y se van, cada cuatro años. Aquí el cuarto de siglo en el puente de mando del Real Club Deportivo, si no se cumplió, fue por verdadera casualidad porque tal como hacen los organizadores de los Mundiales, el de Rusia ya está ultimado y está previsto lo que se va hacer con el de Catar. Nada alterará los planes futuros aunque, en algunos casos surgen imprevistos como le sucedió al presidente de Ghana que tuvo que fletar un avión para enviar dinero a los futbolistas quienes esperaban en Brasil lo prometido.
Nada puede causarnos sorpresa. Ni siquiera que este Mundial-14 no lo conquiste Brasil, cuyo partido frente a Chile me obliga a poner punto y final a este comentario antes de que empiece a rodar el balón. Quiero dejar dicho que ver jugar a Nadal o Federer, en ocasiones, me distrae especialmente, haciéndome olvidar el fútbol de siempre, borrando pasajes que ahora se viven y no se creen.