Messi también corrige a Sabella

Ignacio Tylko / COLPISA

DEPORTES

El astro del Barcelona le reclama en público una apuesta más ofensiva tras la pobre imagen mostrada en el debut

16 jun 2014 . Actualizado a las 20:34 h.

La exigua y deslucida victoria argentina ante la joven e inexperta Bosnia-Herzegovina ha sembrado todavía más dudas sobre el nivel de Argentina y sospechas en torno a Alejando Sabella, técnico en entredicho por sus métodos conservadores y falta de liderazgo. Tales fueron las críticas por plantear el choque con tres centrales ante una debutante mundialista que hasta Leo Messi salió en público tras el partido para pedir una apuesta más ofensiva, más acorde con las características del rosarino y del Kun Agüero, un invitado de lujo al bautismo de Maracaná que se alejó de los focos.

Sabella optó por un esquema timorato de cinco defensores y tres centrocampistas para buscar equilibrio, pero el ensayo falló y en el descanso se vio forzado a recurrir a los «cuatro fantásticos» del ataque albiceleste, el sistema favorito de Messi, que no ocultó su satisfacción.

«Hicimos un gran segundo tiempo, tuvimos la pelota, creamos ocasiones

Así es como tenemos que seguir», dijo la estrella del Barcelona, tras ser elegido mejor jugador del partido y comparecer en Maracaná por orden de la FIFA, ya que la selección es un búnker del que no se filtran noticias

«Sufrimos un poquito más en defensa, pero a los delanteros nos favorece porque tenemos más opciones de pase en ataque», reflexionó Messi, aislado en la primera parte y mucho más activo y acompañado con el ingreso en el campo del delantero Higuaín y el centrocampista de Boca Juniors Fernando Gago.

Con Messi, Higuaín, Di María y Agüero, Argentina no fue una maravilla pero sí mostró un rostro más risueño. Su mejoría quedó reflejada en el golazo de Messi que distanció a su equipo en el marcador antes del tanto final bosnio. La diana de Ibisevic no fue mera anécdota. Hizo daño a los sudamericanos, que ya iban camino de sumar nada menos que su sexto partido sin encajar gol pese a la vulnerabilidad indudable de su portero y defensa.

«Abastecimiento y acompañamiento»

Para Sabella, el debut dejó la certeza de que su crack no se siente cómodo en el marco de 5-3-2 y prefiere moverse con un 4-4-2 flexible a un 4-3-3 empleado en las eliminatorias mundialistas. «Los cambios produjeron un crecimiento. Hubo un mayor y mejor abastecimiento a Messi y una vez que recibió el balón, hubo un mejor acompañamiento», explicó.

Para lograr esto, el técnico debe sacrificar su preciado orden y montar una línea de defensa clásica de cuatro, juntar a Mascherano con Gago en la recuperación y organización en el centro del campo, prescindir de Maxi Rodríguez, ya casi de vuelta en Newell's, y así arropar mejor a Messi en ataque, más libre al disfrutar de los movimientos de Higuaín por delante

Según Sabella, Argentina controló bien a los bosnios en el primer tiempo. «Pero más allá de manejar la pelota y no sufrir ocasiones nos faltó profundidad, que fue lo que conseguimos en el segundo tiempo con la entrada de Higuaín», admitió.

En defensa del técnico, hay que decir que el delantero del Nápoles arrastra una molestia en el tobillo derecho y no jugaba oficialmente desde hacía más de un mes, y que Gago también estuvo bastante inactivo por lesión. Eso, más el supuesto potencial ofensivo de Bosnia con Edin Dzeko hizo que Sabella dudase toda la semana y terminase volcándose por la opción más timorata.

Si Messi fue contundente en cuanto a sus preferencias, el otro referente del equipo, Mascherano, prefirió medir sus palabras, aunque también reconoció que el dibujo de la segunda mitad es al que más habituado está la albiceleste.

«Cambió el sistema. Es más que un par de retoques. Es la manera de jugar que nosotros tenemos y a la que estamos más acostumbrados», indicó el «Jefecito», que llegó a su décimo partido mundialista, al referirse a las modificaciones del descanso. «Tampoco creo que en el primer tiempo lo hiciéramos mal. Al tener un jugador menos adelante y un jugador más atrás nos costaba llegar con peligro, pero generamos superioridad en mi zona», matizó.

Los «cuatro fantásticos»

El fracaso ante Bosnia del 5-3-2 no significa de ninguna manera su acta de defunción. Sabella tiene como modelo a Bilardo, último técnico en conducir a Argentina al título en México'86. Y en su fuero interno sigue creyendo que es el sistema que más garantías defensivas le da.

Otra cosa es si la evidencia del juego y la presión exterior le convencen de lo contrario.

La prensa argentina le criticó este lunes por miedoso. «No funcionó el experimento de Sabella. Ese de los cinco defensores, con líbero, marcadores y laterales volantes», comentó el diario Clarín. «Sabella se dio cuenta de su peligroso error en el descanso y mandó a la cancha a Higuaín y a Gago por Campagnaro y Maxi Rodríguez. Y quedó formado el equipo de siempre, el que le gusta a Messi. El de los «cuatro fantásticos». Como debió ser», agregó Clarín.

El diario Crónica ilustró el sufrimiento del equipo con la frase «desahogo mundial» gracias al gol de Messi. «Más de 45.000 argentinos coparon el Maracaná», añadió este diario, que destacó el impacto emocional que causan las gargantas coreando el himno, en un canto de aliento que iniciaron los hinchas de la selección de rugby Los Pumas.

El diario Ámbito Financiero concluyó que «Argentina logró un deslucido triunfo» y «dejó dudas sobre su funcionamiento colectivo y el estado de forma de su máxima estrella, Lionel Messi». «La selección debutó en Brasil con un ajustado triunfo. El esquema defensivo que utilizó Sabella no dio resultados y quedó bajo la lupa. El técnico tuvo que cambiar el planteamiento», recordó el diario La Nación.

Argentina debe de cambiar si quiere conquistar Maracaná el 13 de julio. No da la sensación de poder competir al máximo nivel, aunque cualquier equipo con tanta pegada decide en cualquier momento. El sorteo se lo hizo un amigo. Se mide el sábado a Irán, en Cuiabá, y cerrará el grupo el miércoles siguiente ante Nigeria, en Porto Alegre. Sólo una debacle le impediría pasar como líder de grupo y enfrentarse en octavos al segundo del grupo E, que bien podría ser Suiza. El horizonte parece despejado, pero el fútbol genera turbulencias.