Un jovencito aspira al Masters

P. a. l. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Jordan Spieth, con 20 años, llegó líder a la última jornada en Augusta

14 abr 2014 . Actualizado a las 10:11 h.

Tiger Woods no gana el Masters desde el año 2005, pero su ausencia esta primavera en el primer grande de la temporada ha abierto más que nunca la pelea por la chaqueta verde, que anoche incluía, como mínimo, a seis jugadores muy diferentes. Líder salió ayer Jordan Spieth, norteamericano de 20 años, formado en la Universidad de Texas, profesional desde el 2012 y ganador del último John Deere Classic. El jugador de Dallas aspiraba a batir, precisamente, el primer gran récord que destrozó Tiger Woods, la marca de precocidad, la que abrió su era. Nadie había ganado hasta ayer el Masters a una edad más joven. El todavía número uno mundial vistió la chaqueta verde con 21 años, 3 meses y 14 días. Spieth aspiraba anoche a conseguirlo con 20 años, 8 meses y 16 días.

Humilde, completo y talentoso, si Spieth aspiraba a ganar el título en su primera comparecencia en el Masters, su compañero de partida, Bubba Watson, que ayer empezó también con -5, ya ganó en Augusta en el 2012. Pero Watson, tras dos vueltas sobresalientes, se atascó el sábado. Al cierre de esta edición, Spieth era líder en solitario con -6 y Watson compartía el segundo puesto con -4 junto al estadounidense Matt Kuchar y el sueco Jonas Blixt.

Estos dos últimos arrancaron ayer con -4. El norteamericano, de 35 años, disputó su grand slam número 35, en los que acumulaba cinco top-5. En su primer Masters, el nórdico llegó a la última jornada después de tres vueltas bajo par, algo inusual para un debutante en un campo que exige un milimétrico conocimiento de todos sus rincones. Además, le gusta pegar la bola de izquierda a derecha, justo lo contrario de lo que exige el campo, tal como indicó semanas antes del torneo su entrenador, el coruñés Jorge Parada.

Con -3 arrancaron ayer Miguel Ángel Jiménez y Rickie Fowler. El español, con 50 años cumplidos, competirá la próxima semana en el Champions Tour, el circuito norteamericano para jugadores mayores de 50 años. Y afrontaba uno de los récords más longevos del golf, el del ganador más veterano del Masters y de cualquier grand slam, obra de Jack Nicklaus, cuando venció en Augusta a los 46 años en 1986. Palabras mayores para un jugador que busca el primer major para un español desde el triunfo de Chema Olazábal en Augusta en 1999. Fowler salió ayer a su lado, justo 25 años más joven. Jugador mediático y promesa desde que pasó a profesional hace cinco temporadas, Butch Harmond, el entrenador que pulió la época dorada de Tiger Woods, realizó recientemente provechosos ajustes en su juego.

Al cierre de esta edición, Fowler igualaba en la quinta plaza con -3 y Jiménez figuraba en la octava con -2.

Seis jugadores en un margen de dos golpes, una diferencia insignificante cuando faltaban 14 hoyos por jugar. Cualquiera de ellos podría vestir anoche la chaqueta verde. Y algún jugador más. En el grupo de aspirantes al título que partió con -2, figuraban Thomas Bjorn, Jim Furyk y Lee Westwood. Este último no termina de sacarle partido a sus grandes actuaciones. Es el jugador con más top-3 en los grand slams sin haber ganado nunca un título, ya que en ocho ocasiones diferentes acabó entre los tres mejores.