Cocinando el rugbi olímpico

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El exjugador del CRAT Álvaro Moreno combina en Hong Kong su profesión de cocinero con la práctica del rugbi y la organización de las World Series de Seven

01 abr 2014 . Actualizado a las 11:32 h.

La mochila del coruñés de origen valenciano Álvaro Moreno Arias es un saco sin fondo en el que principalmente se mezclan (y bien) rugbi y vida. Las recetas son de cosecha propia en este licenciado en Dirección y Gestión de empresas hosteleras.

Hong Kong es, por el momento, la última estación en un periplo que comienza en A Coruña. Fue allí donde se inició en el deporte del balón oval, de la mano del CRAT y Alberto Torreiro. Completó su formación en un hotel de Bruselas y siguió jugando con el Dendermondse R.C. (Flandes). El CRAT le acogió en su regreso a A Coruña, para tomar impulso y llegar al Valencia R.C., previo paso por la dirección de un hotel en Huelva.

Fue en el 2011 cuando tomó contacto con Asia, por principio vital. Los seis meses como mochilero por Tailandia, Camboya, Laos, Vietnam, China, Nepal e India fueron solo un avance de lo que viviría después. En España se topó de bruces con la burocracia, que tumbó sus dos proyectos empresariales. De modo que decidió volver al lejano Oriente. «Hong Kong es el segundo país del mundo en facilidades para hacer negocios. Las oportunidades profesionales son muchas y muy buenas», recalca. Mientras estudia chino («factor determinante de integración e interrelación», dice), continúa jugando en el SCAA Causeway Bay R.C., tras haberse recuperado de una operación de rodilla. «Nunca me planteo no jugar al rugbi. Forma parte de mi vida y lo practico allá  donde voy», concluye.

Además, colaboró como enlace para la coordinación de las selecciones de habla española este pasado fin de semana en las World Series de Seven, y el próximo fin de semana con el IRB Junior World Rugby Trophy.

Con todo, Álvaro Moreno no aparca la mochila. «Estoy valorando ofertas de trabajo en Asia. Tras los Sevens y el Trophy decidiré si me quedo», avanza. «Por el momento, no tengo intención de volver a Galicia profesionalmente pues la actual coyuntura económica no ofrece demasiadas expectativas. Pero sí la echo mucho de menos», añade. «Cuando me fui de Galicia quería centrar mi carrera en España, pero visto lo visto, solo me planteo hacerlo en el extranjero», zanja. «Emigrar se ha convertido en una necesidad», dice uno de los integrantes de toda una generación del CRAT que decidió hacer las maletas.

En Hong Kong se siente «en constante aprendizaje». «Siento enriquecimiento personal. Es una sociedad muy dinámica y emprendedora con un muy buen funcionamiento de los servicios públicos, aunque respecto a Europa, tienen determinadas carencias en cuanto a prestaciones sociales propias del llamado estado de bienestar europeo (pensiones, por ejemplo)», analiza. «La ciudad es frenética durante 24 horas, con una actividad económica y comercial increíble y un contraste de la cultura occidental (legado británico) con la china», abunda.

«Los clubes de rugbi (en general los deportivos) tienen una labor social muy importante y agrupan a un número altísimo de jugadores y categorías. Disponen de muchos recursos económicos e instalaciones (privados y públicos). Mi club, por ejemplo, agrupa a muchos jugadores expatriados. Llegó a haber diez nacionalidades en el XV titular», relata.